Lopetegui restaura su crédito tras el derbi


Si la eliminación de la Copa del Rey en Miranda de Ebro fue un golpe en la línea de flotación de un técnico que desde el principio no cayó del todo bien al sevillismo y que le costó trabajo de encontrar la fórmula para contentar a su gente en los partidos de casa, el derbi ante el Betis (2-0), aunque fuera sin la presencia de público, ha elevado el nivel de crédito de Julen
Lopetegui delante de su afición.



Reafirmado en la tercera plaza de la Liga, la exhibición del equipo nervionense ante el eterno rival en el duelo que sirvió para levantar el telón de la Liga pone al Sevilla en órbita tras los grandes con 50 puntos metiendo presión a sus rivales por lograr una plaza Champions, fundamentalmente Atlético de Madrid y Valencia, sus rivales a priori, y Real Sociedad y Getafe, enemigos más o menos con el cartel de revelación.

La fortaleza física ha sido uno de los pilares del triunfo sevillista en el derbi y también en la trayectoria de la temporada. Auspiciada por la sapiencia de Monchi para moverse en el mercado, el gaditano tuvo claro que uno de los déficits de la pasada campaña fue la falta de físico. Por ello se preocupó de incorporar a jugadores poderosos tanto en la columna vertebral como en las bandas, donde la potencia de Ocampos ha sido una de las sensaciones de la Liga. Diego Carlos, Fernando, Gudelj, Joan Jordán, De Jong… le han dado a la plantilla un plus de fuerza que no tenía y que se notó en el duelo ante el Betis, que casi no se acercó a la portería de Vaclik antes del 2-0.

No hace tanto escuchó pitos en el Sánchez-Pizjuán

Lopetegui, que había ganado más puntos fuera de casa que en el Sánchez Pizjuán, donde no hace mucho escuchó pitos (en el último partido con público ante Osasuna sin ir más lejos), ha dado otro golpe de efecto que deja atrás su última crisis, la que coincidió con el 3-1 en contra ante el Mirandés y que agravó un empate en casa ante el Alavés, una derrota en Vigo tras adelantarse en el marcador y otro empate en Nervión ante el Espaynol, entonces colista (2-2). La de Balaídos fue la última derrota de los blancos y ya han pasado seis partidos oficiales y muchos meses a causa de la pandemia de coronavirus. El 0-3 en Getafe, tercero entonces en la tabla, fue el gran punto de inflexión, el 2-2 en el Wanda ante el Atlético fue otro golpe. El derbi ha sido la confirmación.



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