El empresario Javier López Madrid ha negado este lunes, durante su comparecencia en la Audiencia Nacional como imputado en el caso Tándem, que contratase al comisario jubilado José Manuel Villarejo para hostigar a la doctora Elisa Pinto, con la que estaba enemistado y había cruzado denuncias de acoso en los juzgados. López Madrid sí ha admitido que se reunió en varias ocasiones con el policía después de que se lo recomendase un amigo, aunque ha insistido que siempre creyó que era un detective privado y no un agente de policía en activo, según han detallado fuentes presentes en el interrogatorio y ha recalcado el propio empresario en una nota de prensa tras su comparecencia. En otra causa judicial, en los juzgados de Madrid, se investiga si Villarejo apuñaló en abril de 2014, a la doctora Pinto por encargo de López Madrid.
López Madrid también ha reconocido que el abogado Rafael Redondo, socio de Villarejo, le acompañó en una ocasión a la consulta de Elisa Pinto para, según él, intentar convencer a esta de que dejara de acosarle. Además ha admitido que, tras el fracaso de esta gestión, Villarejo le puso en contacto con otro comisario, Enrique García Castaño, conocido como El Gordo, para que le indicase cómo denunciar a la doctora ante la policía. El empresario ha detallado que este último mando policial, que está imputado en otras piezas del sumario del caso Tándem, le remitió, a su vez, a un comisario de la Jefatura Superior de Policía de Madrid. López Madrid ha asegurado que nunca pagó nada al comisario jubilado ni a sus empresas por estas gestiones. El ejecutivo ha entregado al juez más de mil folios de documentación correspondientes a los pleitos que mantiene con la doctora Pinto.
El juez instructor del caso Tándem, Manuel García-Castellón, imputó a finales de noviembre a López Madrid, a Villarejo y a Redondo por un delito de cohecho por la supuesta contratación del policía cuando este aún estaba en activo. Lo hacía en la una pieza 24 del macrosumario, abierta después de la doctora Pinto presentase un escrito en el que destacaba que el comisario jubilado se había servido de una de sus empresas, el Grupo Cenyt, y de su condición de policía “para interferir” en la causa que seguía un juzgado de Madrid por su apuñalamiento.
Entonces, el magistrado ya dejó claro que en esta pieza, abierta en enero de 2019, no se investiga este apuñalamiento, que la doctora Pinto sufrió el 10 de abril de 2014 supuestamente a manos del policía ―y por el que un juzgado de Madrid ya ha dado el primer para sentar en el banquillo al empresario y al comisario― sino por la contratación del policía, que entonces aún era un agente en activo, por parte del empresario En aquel escrito, el juez encuadraba el encargo de López Madrid al comisario Villarejo “como uno más de los proyectos de ‘gestión de crisis” que el policía realizaba para clientes a cambio de importantes cantidades de dinero. Para realizarlos, el comisario se valía de su capacidad de acceso “a investigaciones e informaciones sensibles” y contaba con la colaboración de otros agentes.
En el auto el juez señalaba la existencia de abundante documentación sobre este encargo entre el material intervenido al policía, actualmente en prisión, y a su socio tras su detención en noviembre de 2017. Entre ellos, dos archivos de audio en los que Villarejo “habla con sus interlocutores acerca de su relación con Elisa Pinto y, más concretamente, algunos aspectos concernientes al episodio del presunto apuñalamiento”. En dichas conversaciones, el juez destaca que el policía hace “expresas referencias” a que había sido contratado para ello por López Madrid.
En uno de esos archivos, grabado el 26 de enero de 2017, el comisario señala a su interlocutor ―que el escrito judicial no identifica― que va a reclamar “un pago por compensación” al empresario tras haberse visto señalado por la doctora Pinto en su denuncia por el apuñalamiento que sufrió: “Yo, cuando termine todo, cuando le meta la querella a la pava esta y a todos los que le han ayudado y tal y cuál, hablaré con él, con Javierito… ponme un poquito de pasta, porque me has metido en un embolao y ni me has llamado para decirme…”. En otro momento de la misma conversación, el policía insiste en que pedirá más dinero a López Madrid: “Le voy a decir: ‘chiquitín, daños y perjuicios”.
Junto a esta conversación, el juez reflejaba también la existencia de otros documentos sobre dicho encargo, entre ellos copias de las llamadas “notas informativas” que el policía elaboraba para informar a sus clientes de los avances de sus gestiones, artículos de prensa, documentos del propio procedimiento judicial abierto por el apuñalamiento a la doctora Pinto, y otros archivos de audio en los que intervienen la doctora Pinto y terceras personas, así como López Madrid y el socio de Villarejo.
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