David García alcanzó este lunes los 250 partidos como futbolista de Osasuna ante el Athletic de Bilbao tras debutar con el primer equipo en 2014 frente al Zaragoza en La Romareda y convertirse, con el tiempo, en el líder.
Roberto Torres abandonó hace unos días la entidad navarra tras 18 años formando parte de ella. Tras su salida, todos los focos apuntaron al central. Su liderazgo, experiencia y buen momento deportivo hacen que sea el elegido para liderar a un equipo que espera ir al alza durante las próximas temporadas.
Ayer llegó a una cifra redonda que celebró con un gran partido, apagando el fuego cada vez que las llamas se aproximaban a la meta rojilla. Portó el brazalete con la exigencia y responsabilidad que ello implica. Aitor Fernández y él sostuvieron a los suyos con grandes acciones defensivas que resolvieron con solvencia.
El jugador de Ibero, tantas veces relacionado con los rojiblancos, dio una exhibición de cómo secar a futbolistas de la talla de Raúl García, Guruzeta, Sancet o los hermanos Williams. El medio millar de hinchas rojillos que se desplazaron a San Mamés celebraron con orgullo el valioso empate. Luis Sabalza, presidente del club, entregó una camiseta conmemorativa por los 250 partidos disputados por el canterano navarro.
Se trata de un jugador muy importante y querido. Su irrupción con la primera plantilla se vio acompañada de un momento histórico. Fue uno de los héroes en la agónica permanencia de 2015 en Segunda. Su gol en el último partido en Sabadell abrió la puerta de una salvación que certificaría el cabezazo de Javier Flaño.
Con 28 años es una de las referencias de Osasuna y el club se aseguró su continuidad el curso pasado. Firmó hasta 2026 con una cláusula de 20 millones mientras el equipo continúe en Primera División. Cada vez que llega el mercado de fichajes se le sitúa en algún destino, pero la dirección deportiva es reacia a cualquier negociación y se remite a su cláusula. Restan tres semanas y cualquier movimiento puede ocurrir.