Es precisamente el abdomen la zona del cuerpo en la que más tiende a acumularse la grasa, sobre todo a medida que cumplimos años. Cuando nos planteamos eliminar el exceso de grasa, los abdominales son lo primero en lo que pensamos. Pero, ¿realmente son efectivos? Tal y como explican los entrenadores personales, no.
Así es. Los expertos indican que este es un error muy frecuente a la hora de adelgazar y lucir un vientre plano. Los abdominales no sirven para perder kilos ni grasa localizada. Su principal objetivo es mejorar la postura y tonificar la figura. Por lo tanto, el orden correcto para decir adiós a la barriga es el siguiente.
En primer lugar, perder grasa. Para ello debemos apostar por actividades integrales que nos hagan perder calorías y así reducir el tejido adiposo localizado en las diferentes áreas del cuerpo: barriga, glúteos, caderas… Podemos correr, hacer elíptica o, por qué no, bailar. Cualquier ejercicio que ponga en marcha todo el cuerpo.
Luego, una vez hemos eliminado la grasa abdominal, ya podemos empezar por un entrenamiento en la zona media del cuerpo, como abdominales, flexiones o planchas, entre otros. Gracias a los abdominales conseguiremos tonificar y resaltar los músculos. ¡Objetivo conseguido!
La fórmula del éxito para lograr la mejor versión de nosotras mismas es combinar el ejercicio físico con una buena alimentación. No hay «alimentos milagrosos» para lucir un abdomen plano y perfectamente tonificado, pero sí hay algunos que nos pueden resultar de gran ayuda como la sandía o la piña.
En definitiva, si quieres eliminar toda la grasa abdominal, empieza por quemar calorías y poner en funcionamiento todo el cuerpo. Cuando el tejido adiposo haya desaparecido, es el momento de tonificar la zona.