La mansión del expresidente Donald Trump en Mar a Lago, Florida.

Los Archivos Nacionales confirman que Trump se llevó material clasificado de la Casa Blanca a su mansión

La mansión del expresidente Donald Trump en Mar a Lago, Florida.
La mansión del expresidente Donald Trump en Mar a Lago, Florida.JOE RAEDLE (AFP)

Al dejar el cargo de presidente de Estados Unidos, Donald Trump se llevó de la Casa Blanca documentos clasificados e información valiosa para la seguridad nacional a su mansión de Mar-a-Lago, en Florida, según ha confirmado este viernes la Administración Nacional de Archivos y Registros (NARA, por sus siglas en inglés). La agencia pública encargada de custodiar los registros de los mandatarios estadounidenses ha apuntado que el republicano no entregó ciertos registros de las redes sociales y que le ha remitido el caso al Departamento de Justicia. Trump intentó bloquear la entrega de los documentos, pero el Tribunal Supremo lo obligó a devolverlos.

El Comité de Vigilancia de la Cámara de Representantes le envió una carta a los Archivos Nacionales para saber si dentro de las 15 cajas que habían recuperado de las manos de Trump había material clasificado. En la misiva de respuesta, el archivero de Estados Unidos, David S. Ferriero, encargado del organismo, responde que sí y apunta que la Administración del republicano no conservó ciertos registros de redes sociales. La ley exige que los registros presidenciales sean propiedad del Gobierno, no del mandatario.

“En junio de 2018, NARA se enteró por un artículo de Politico que el expresidente Trump estaba rompiendo los registros presidenciales y que el personal de la Casa Blanca estaba tratando de pegarlas”, escribió Ferriero a la congresista demócrata Carolyn Maloney, presidenta del comité. Maloney ya había alertado en diciembre de 2020 sus “serias preocupaciones” sobre que la Administración republicana no estuviera “preservando adecuadamente los registros” y se pudiera estar “deshaciéndose de ellos”.

La agencia apuntó que algunos miembros del personal de la Casa Blanca varias veces realizaron negocios oficiales utilizando cuentas de mensajería y teléfonos personales, violando la Ley de Registros Presidenciales. Esta falta es común entre los empleados de gobierno. El propio Trump atacó duramente a Hillary Clinton en 2016, cuando competían por la presidencia de EE UU, sobre su mal manejo de su correo electrónico para tratar asuntos de seguridad nacional.

Entre los documentos había cartas del líder norcoreano Kim Jong-un y la nota que le dejó su antecesor, Barack Obama, en su último día en el Despacho Oval. Trump dijo que las 15 cajas contenían “cartas, discos, diarios, revistas y artículos varios” que pretendía exhibir en la Biblioteca Presidencial Donald J. Trump abierta al público.

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