“Simplemente no tenemos suficiente para dar a todos”, dijo con voz temblorosa. “No sé qué va a pasar la próxima semana”.
La gente de Gran Bretaña se enfrenta a problemas similares.
En el Banco de Alimentos de Blackburn, en el norte de Inglaterra, están apareciendo más personas con empleos de tiempo completo ya que los salarios no se han mantenido al nivel de la inflación.
“La gente está muy sorprendida de tener que estar aquí”, dijo Gill Fourie, gerente de operaciones de Blackburn. “La gente ni siquiera tiene gas y electricidad para cocinar”, dijo, refiriéndose al aumento de los precios de la energía doméstica que se prevé que suban a 3500 libras (unos 4240 dólares) al año en octubre, el triple de lo que eran hace un año. Agregó, sin embargo, que la instalación continuó recibiendo apoyo de la comunidad.
Incluso las personas que se encuentran en situaciones menos vulnerables han tenido que cuidar sus billeteras.
“Me encantaría comprar Mutti, pero no puedo pagarlo”, dijo Melanie McHugh, una actriz, mientras miraba las latas de salsa de tomate en su supermercado local en el sur de Londres. Dijo que iba a hacer shakshuka, un plato de verduras que podría durar varios días. Ella eligió una marca más barata de salsa.
La Sra. McHugh, que ha dejado de comprar mantequilla, también adquirió una marca de chorizo de menor costo.
“Soy consciente de que tengo suerte”, dijo. “Pero también soy consciente de que mis hábitos han cambiado”.
El gobierno británico ha asignado £15 mil millones (alrededor de $18 mil millones) en beneficios para las familias más vulnerables. La Sra. Smith, madre de tres hijos, dijo que había recibido alrededor de 300 libras este mes. También ha almacenado jabón para lavar ropa, pero dijo que eso no alivió sus preocupaciones. Ha empezado a pensar en dejar su coche y conseguir otro trabajo, como limpiadora, los fines de semana.
“No es lo que me gustaría hacer”, dijo. “Pero tienes que hacer lo que necesitas para sobrevivir”.
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