Los Bucks se lo dicen también a los Sixers: con sólo un colosal Harden no basta

Los Bucks se lo dicen también a los Sixers: con sólo un colosal Harden no basta

James Harden no lo puede todo. Aunque lo parezca y lo pareciera con su casi triple doble, 31 puntos, 8 rebotes y 9 asistencias. Aunque él solo, con sus ‘escasos’ 1,96, detuviera los potentes 2,11 de Antetokounmpo en una ilustrativa acción en el poste bajo en el último cuarto que marcó la resurrección de los Sixers en ese parcial final, levantando una desventaja de 10 puntos con 16 tantos sólo en los 12 minutos finales. La ‘Barba’ dijo la verdad, que lo del primer partido -35 puntos-, no fue casualidad y vuelve a la categoría de ‘indefendible’, pero los Milwaukee Bucks, otro contendiente al anillo como los Celtics, le confirmaron a Philadelphia pese a lo ajustado de su triunfo (90-88) una verdad que duele: con sólo Harden, aunque sea el de toda la vida, no basta. 

Un triple de Matthews a falta de 24 segundos, dos tiros libres del propio Matthews y Brook López y dos últimas buenas defensas permitieron a los Milwaukee Bucks darle la vuelta tortilla y sofocar la reacción de los de Doc Rivers. Y dos últimos buenas defensas a Harden porque ya se lo sabían. 

El escolta se vio solo. El primero que le contradijo, su socio, el otro que pone el mayor capital en la anotación de ‘Philly’, Joel Embiid. El pívot tuvo una primera noche en Philadelphia de pesadilla, desquiciado por Giannis Antetokounmpo en el duelo de gigantes, por Brook López -cada uno le infligió un tapón como símbolo de su superioridad-, y también por Serge Ibaka en el poco tiempo que estuvo el español en la pista, sólo 3:39 aportando un rebote. La consecuencia, un pobre 6 de 21 en tiros para el camerunés a pesar de su doble-doble, con 15 puntos y capturas. Incluso en términos de más-menos, fue el peor de los Pensilvania con un -10. 

Los Sixers, que ya tuvieron que enjuagar una renta al principio con el 30-24 del primer cuarto, se reiteraron en sus pecados ante los Celtics contra otro equipo maduro, mucho más coral -24 asistencias de los Bucks contra las 17 de ‘Philly’-, con los 21 puntos, 13 rebotes y 8 asistencias de Antetokounmpo y los 17 tantos de Brook López y con los 12 de Grayson Allen y los 11 de Bobby Portis pero resistiendo a la rebelión de los Sixers y Harden en el último cuarto y también a un último discreto parcial de Anteto, con 6 puntos. Porque ellos son un equipo. Lo definía muy bien el pívot griego al final del partido: “Tenemos que seguir defendiendo y seguir moviendo la bola así”. 

El altruismo de Harden, al renunciar a 15 millones en su renovación, es el que permitió que ‘Philly’ trajera, para rodearle bien, a gente como P.J. Tucker, apenas cinco puntos en 39 minutos a pesar de una buena defensa sobre ‘Anteto’ que se fue diluyendo. Pero se espera mucho más de todos ellos o de Doc Rivers. El plan para sacar el máximo jugo a la ‘Barba’ funciona pero un 20% en triples -1 de 7 de Harden-, resulta preocupante y, cuando el escolta está en el banquillo, Tyrese Maxey anota como director de juego -15 puntos-, pero no dirige: 0 asistencias en 34 minutos y sólo 2 contra los Celtics en 38 para un más-menos de -7, el segundo peor tras Embiid. Por lo menos, el joven base de 21 años no se ha destacado como un gran asistente hasta ahora, con lo que el equipo añora dirección cuando él está al mando. 

James Harden, generoso en la cartera pero también en el juego, tiende la mano a todos ellos. Sus 9 asistencias tras 8 del primer partido confirman que, al margen de esa ansia por el anillo que manifiesta en cada penetración, cada ‘pull-up’, que también anda fino a la hora de repartir. En ocasiones echa de menos más movimiento, un mejor ‘spacing’ o más bloqueos -apenas jugó el pick and roll con Embiid, que principales actores entre los secundarios como Tobias Harris no cometan errores groseros. Una ayuda demasiado larga del alero permitió a Matthews proyectar el triple liberado que devolvió la ventaja a los de Mike Budenholzer a falta de 24 segundos. 

Pero para consuelo también de ‘Philly’, la primorosa defensa de cambios del último cuarto que dejó a los Bucks en 17 puntos es un buen punto de partida. La ‘Barba’ es el principal para los Philadelphia 76ers, pero los demás tienen que seguirle. Entonces, como le aseguró Rivers a Harden en la famosa charla aparte en pleno entreno, quizá sí que serán ‘imbatibles’.




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