Los Celtics sacan de quicio a Antetokounmpo y sus Bucks con un Tatum sobrenatural

Los Celtics sacan de quicio a Antetokounmpo y sus Bucks con un Tatum sobrenatural

Despegó, encaró con fiereza el aro y, lo machacó con tal violencia, que su imponente y respetable protector, Giannis Antetokounmpo sólo que lo pudo ver pasar y sólo que pudo tocarle en pleno aterrizaje después de que se regocijara de su mate ‘recreándose’ en el aro. Jayson Tatum, como confesó en una profunda entrevista con la ESPN, se obsesionaba antes con demostrarle a los grandes que era mejor -Giannis entre ellos-, pero que ya sólo piensa en él. Quizá por eso, porque, está siendo él y nadie más que él, es capaz de hacer lo que hizo anoche, de dejar 41 puntos como regalo de Navidad en el TD Garden -20 en el tercer cuarto-, para que lo Celtics le arrebataran el liderato del Este a los Bucks (139 – 118).

Quizá por eso fue hasta capaz sacar de quicio al pacífico Giannis, que se encaró al final con Jaylen Brown, fiel acompañante de Tatum con 29 tantos. 27 puntos se embolsó el griego pero le señaló un ‘feo’ más-menos de -27 para convertirse a la vez en el peor de Milwaukee, con un 9/22 en tiros de campo y con lo que le buscaron una y otra vez en el perímetro hasta encontrarle y convertirle en el blanco del mejor ataque de la NBA.

Puede que sea que Boston ya ‘cansen’ a ‘Anteto’ después de la dolorosísima eliminación el año pasado en Semifinales de Conferencia, primera reedición este encuentro de aquellas apasionantes series. Ya nadie se acuerda de la crisis de los Celtics como tampoco del impoluto arranque de los Bucks, de asustar a preocupar, de repente incapaces, no sólo de ganar, sino de competir contra contendientes al anillo, sangrantes derrotas en los últimos 10 días contra Grizzlies (142-101), Nets (118-100) y este 139 – 118 ante Boston, sólo cayendo de manera digna frente a los Cavaliers (114-106). Serge Ibaka se quedó sin jugar en el equipo de Wisconsin por decisión técnica.

Cosas del trabajo, Deuce, el hijo de 5 años de Tatum, no pudo pasar el día entero de Navidad con su padre. A cambio, en la grada el pequeño junto a la madre de ‘Jay’, le hizo vibrar con una explosiva combinación de precisión -14/22 en tiros, 3/7 en triples y 10/10 en tiros libres además de 7 rebotes y 5 asistencias-, y de carácter con esos 20 tantos en un fastuoso tercer cuarto cuando más quería apretar Antetokounmpo tras el 62-61 del descanso. El doble MVP reducido a 6 puntos con 1/6 en lanzamientos en ese tercer parcial en el que los Celtics le firmaron el finiquito a los Bucks (100-86).

Boston ha recuperado su infalible fórmula para ver desfilar un triple tras otro, registrando un devastador 48,7% con un 19/39. Le cayeron unos cuantos a los Bucks en el primer cuarto (8/13), en transición, hurgando Al Horford, como con tantos pívots hace, en la dificultad de Brook López para salir a puntear tiros al perímetro aunque lo de los Celtics desde la larga distancia era la tormenta perfecta, metiéndolas de todos los colores, desde triples ‘estudiados’ hasta esos sin tener ventaja que tan bien los sabe clavar Jaylen Brown, un 5/9 para el escolta.

Más allá de los triples, se jugó a lo que quiso Boston, pocos equipos como el de Joe Mazulla en el arte de los cambios de marca para dar lugar a los duelos que ellos quieran en el perímetro con su rico entramado de bloqueos, pocos para espaciar la pista tan bien como ellos con esos bloqueos fantasma como otra de las herramientas para abrir el camino al manejador.

López fue otro de los buscados para atacar en penetración de lejos del aro, aunque lo compensó el interior con 16 puntos y un casi perfecto 7/8 en tiros de campo. Pero ni él ni Milwaukee se vieron capaces de detener el alud verde, con esa facilidad con la que sacan los Celtics puntos por su poderío en el uno contra uno y cómo saben aprovechar de bien la mínima ventaja en los duelos individuales, sobre todo Tatum, ese jugador total que te anota de todas las maneras, también triples ante la intimidante presencia de Antetokounmpo. Importante también fue la colaboración de Derrick White (12 puntos), Al Horford (11) y Grant Williams (11).

De la misma forma que los Celtics han dado con el modo de volver a celebrar triples en masa, los adversarios de los Bucks han adivinado la ‘fórmula secreta’ para, cuanto menos, limitar a ‘Anteto’ y su impacto en el equipo. Cada plan tiene sus matices, pero todos están de acuerdo en que cuando el griego, se va, poderoso, a por el aro, sale ‘a cuenta’ esta temporada hacerle faltas ante su pobre desempeño en los tiros libres, un 64%, un 8/12 ante Boston (66%). El heleno tampoco se encuentra cómodo en el poste. Pudo con Grant Williams y Blake Griffin pero Al Horford no tembló ante él. La única solución para desbordar al dominicano fue tomar el tiro de media distancia antes de postear anotando los tres tiros intentados así. Y cuando Giannis empieza a abusar del triple (1/5) es que no se siente a gusto.

Sin Khris Middleton por lesión, los 23 puntos (8/14 en TC) y 7 asistencias de Jrue Holiday fueron insuficientes, así como los 15 de Patt Connaughton, con un 4/7 en triples. Pero más que en el aro de los Celtics, el problema se halló en el propio ante la imposibilidad de silenciar a Jayson Tatum, el que más alto habló en la mesa navideña de la que tomaron parte ayer varias estrellas, superiores sus 41 puntos a los 38 de LeBron, los 35 de Embiid o los 32 de Doncic, ese con el que se mira de reojo por el MVP. Acceder a ese privilegio, no sólo requiere de coleccionar grandes cifras, sino también de perder el respeto ante sus posesores. Lo hizo, y hasta se ‘pasó’ con un doble MVP como Antetokounmpo para regalar otro placer navideño. En cualquier caso, ya hace tiempo que ver jugar a Tatum es una de las más exquisitas delicias.




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