Los demócratas piden que Trump testifique bajo juramento en el ‘impeachment’


Los congresistas demócratas que ejercen la acusación en el juicio político al expresidente Donald Trump solicitaron este jueves que el republicano declare bajo juramento antes o durante el proceso, que comenzará el martes en el Senado. Trump, que se enfrenta al cargo de “incitación a la insurrección” tras el asalto al Capitolio de una turba de sus seguidores, declinó la invitación de inmediato, tras lo cual la Cámara alta tendría que emitir una citación si quiere seguir adelante.

El jefe de los llamados gestores del impeachment -el grupo de nueve miembros de la Cámara de Representantes que actúan como fiscales-, Jamie Raskin, envió una carta al exmandatario este jueves proponiéndole llevar a cabo la entrevista entre el próximo lunes y el jueves de la semana que viene y le emplazó a responder a la petición no más tarde de mañana viernes. En su carta, Raskin atribuye la decisión de pedir su declaración jurada a la respuesta escrita a la acusación que los abogados defensores de Trump enviaron este martes al Senado. En ella, según el congresista, el mandatario “disputa alegaciones factuales”, por lo que los gestores quieren hacerle preguntas.

La línea básica de la defensa del expresidente consiste en que Trump no incitó con sus palabras o sus actos a la revuelta que un grupo de sus seguidores llevó a cabo el pasado 6 de enero, que sus arengas a la muchedumbre horas antes no se referían al uso de la violencia ni a la comisión de delitos y que tanto estas como su acusaciones infundadas de fraude suponen el ejercicio de la libertad de expresión, amparada por la Constitución.

Tener al presidente bajo juramento implica que, si miente, estará cometiendo un delito federal y obstruyendo a la justicia. Trump, que con el cierre de su cuenta de Twitter perdió su gran altavoz, vive en su mansión de Florida desde que dejó la Casa Blanca el pasado 20 de enero, fecha de la toma de posesión del nuevo presidente, el demócrata Joe Biden. Resultaba improbable que los abogados le aconsejasen declarar en persona. Raskin ha advertido de que, si se niega, usará su silencio como prueba de que las acusaciones tienen base.

El de la semana que viene es el cuarto impeachment a un presidente en la historia de Estados Unidos y el segundo contra el propio Trump. A diferencia de cualquier precedente, el juicio se llevará a cabo con el acusado ya fuera de la Casa Blanca, con lo que una hipotética declaración de culpabilidad no se traduciría en la destitución, sino que vendría acompañada de otra votaciónpara al republicano como candidato en el futuro. Este es, hoy por hoy, el escenario menos probable, ya que la sentencia requiere el apoyo de 67 de los 100 senadores de la Cámara alta y los miembros del partido del expresidente, que son 50, se han mostrado mayoritariamente partidarios de absolverlo de nuevo.


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