Los goles se quedaron en Nueva Jersey

Y a la tercera, tampoco fue la vencida. El Atlético de Madrid no había logrado derrotar al Real Madrid en los encuentros que había disputado en el Wanda Metropolitano. Un empate y un triunfo blanco eran los dos resultados que se habían producido en los dos derbis que ha acogido el nuevo estadio colchonero que, como siempre, se vistió de gala en una de sus grandes noches.



Entradas agotadas desde hace semanas, mucha gente desde el calentamiento animando a los de Simeone… Además, se estableció un nuevo récord de asistencia al feudo rojiblanco en este encuentro. 68.032 espectadores se dieron cita en el Metropolitano. Cabe recordar que recientemente, el estadio amplió su capacidad en 500 butacas más. Eso, unido a la importancia del choque, propició este nuevo registro.

Un ambiente de lujo del que no pudo disfrutar mucho Courtois, fuertemente silbado cada vez que tocaba el balón. De hecho, su calvario, como el pasado curso, comenzó desde antes.

Como decimos, el Atlético trataba de que a la tercera fuera la vencida. Le hacía falta una victoria ante uno de los grandes de la Liga al Metropolitano, porque al Barcelona tampoco ha sido capaz de derrotarle. Dos partidos, dos empates. Los jugadores colchoneros querían regalar este triunfo a su hinchada. Tras un irregular comienzo de campeonato, era la noche ideal para disipar dudas, dar un golpe sobre la mesa y decir alto y claro que, pese a estar en construcción, este equipo quiere dar mucho que hablar. Y para bien.

Pero no. El duelo acabó en empate. El respeto que se tuvieron los dos conjuntos, un paradón de Oblak a Benzemá y la poca gasolina con la que acabaron los colchoneros, no dejó espacio para otro resultado, que por otra parte, fue lo más justo. No iba a repetirse lo de Nueva Jersey, pero ni un solo tanto en 90 minutos. Los goles se quedaron en Estados Unidos. Cuatro igualadas y una derrota en el Metropolitano ante Madrid y Barça.



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