A Ja Morant sólo le faltaba, por si el chico no fuera completo, que le entren casi todos los triples como anoche, un 5/6 desde más allá del arco tras el 3/6 del primer encuentro. En completa erupción el base, volcánico, explosivo, devastador, los Houston Rockets, que llegaron a ir 15 arriba al principio del segundo cuarto (41-26), se vieron asolados por el casi perfecto y devastador fenómeno de la naturaleza con el triunfo de Memphis como consecuencia (122-129).
Morant, indefendible, se adaptó, aparte de con su portentoso físico, con un primoroso repertorio de recursos a todos los tipos de defensa que propusieron los Rockets para dispararse hasta los 49 puntos tras los 35 del primer partido. Agregó 8 rebotes y lo adornó con su 17/26 en tiros de campo.
Entre sus colaboradores fundamentales, Santi Aldama, otra vez titular. El canario quiere confirmar que es otro tras un verano de sacrificio y de renuncia a la selección. No alcanzó esta vez dobles dígitos en anotación como el debut pero su hoja de servicios fue igualmente impecable, aportando en varias facetas: 8 puntos, 9 rebotes, 3 asistencias, tres tapones, un robo y un más-menos de +22. Uno de los ‘gorros’ le cayó, en una de las jugadas de la noche, a Jalen Green, dolido Aldama por el mate ‘in his face’ que le había clavado antes la estrella de los Rockets.
En el lado opuesto, defenestrado Usman Garuba. No pudo poner de su parte el madrileño para que hubiera un duelo de ‘sophomore’ españoles. El ala-pívot se quedó por segundo partido consecutivo fuera de la rotación de Houston y teme que la vida siga igual para él en la franquicia de Texas a pesar de que su entrenador, Stephen A. Silas, quedara impresionado con su buen Eurobasket. Ni siquiera Silas, ante los constantes planes fallidos para detener Morant, recurrió a la capacidad defensiva del ex del Real Madrid para probar algo diferente , así, no desperdiciar los 33 puntos de Jalen Green, apoyado por los 23 de Alperen Sengun, los 18 de Kevin Porter Jr, los 17 de Eric Gordon y los 10 de Jabari Smith Jr, otra noche aún así con una mala serie de tiro (3/14).
Los Rockets vivieron felices mientras no estuvo en pista Morant, a quien Taylor Jenkins le dio un largo descanso tras sacarle a falta de cinco minutos para el final del primer cuarto y devolverle a la cancha con 8 por jugar del segundo parcial. Fue en su ausencia cuando Houston gozó de su máxima renta. Empezó todo con la vuelta del base, que puso a funcionar al resto del equipo, con 17 puntos para John Konchar, 14 para Desmond Bane, 12 para el ‘rookie’ Jake Laravia y 11 para Tyus Jones.
Aldama defiende a Kevin Porter Jr. junto a Steve Adams
Morant recuerda cada vez más a Allen Iverson, dando a unas comparaciones cada día más frecuentes. De hecho, se aparece el mismísimo Iverson cuando se le ve manejar con el plano general. Por su liviano físico -aunque, con 1,91, 7 centímetros más alto que ‘The Answer’-, por su tipo de juego y hasta ya también por lo único que le faltaba, el ‘look’, con las mismas trenzas ahora que un ‘3’ que no escatima en piropos cuando habla sobre Morant. Aún así, como AI, querrá el exuberante base hacerlo a su manera.
Tiene respuesta a todo y exhibió su surtido de recursos, burlando cada tipo de defensa que le plantó Houston, sin miedo a chocaren la pintura, inteligente para abrir al perímetro cuando la defensa colapsó -un 45% de Memphis en triples-, con tiros flotantes como otro recurso para esquivar las defensas intimidantes de los pívots de los Rockets y agresivo en penetración y con cambios de dirección ante defensa de cambios o ‘traps’. La sociedad que forma con Steve Adams, fiable fabricante de pantallas que ya trabajó para Westbrook en su época dorada en Oklahoma, es una de las más prolíficas de la NBA.
Juegan de memoria en el ‘pick and roll’, variando el momento y los ángulos de bloqueo el pívot, ofreciendo otras opciones como el bloqueo ciego en el Spain Pick & Roll. No es casualidad, que con sólo 6 puntos -también 9 rebotes-, Adams acabara con un +23, el mismo que Morant. Sólo en los últimos cinco minutos -120-111 para Memphis-, los Rockets frenaron a Morant, colapsando y mucho más agresivos. Pero ya era tarde. Ja Morant ya había hecho el agosto.