Los Grizzlies enfrían a los Lakers de un mal LeBron con una lección

Los Memphis Grizzlies invirtieron el discurso de esa extrema juventud que tanto les define, ni un solo treintañero en el equipo. La falta de madurez, el supuesto miedo escénico sufrido en los dos partidos de Los Ángeles dio paso a la vitalidad, la energía, esa seductora y vibrante sucesión de ataques relámpago de más correr que pensar que acabó por agotar a los Lakers, incapaces del todo de seguir el ritmo a partir del tercer cuarto siendo un equipo que tanto abraza también las transiciones (116-99) para cerrar una serie que se aviva (3-2) antes de que regrese a la ciudad de Hollywood el viernes. 

Quizá cundió en los Grizzlies la inconsciencia de la juventud, de no pensar en que era una derrota más y adiós a una temporada excepcional en la fase regular. El conjunto de Tennessee jugó libre de tensiones y disfrutando para hacer sufrir a los Lakers con el resultado y en términos de exponer sus limitaciones.

Personificada la diversión y la inspiración en la pareja ideal de bases que forman Desmond Bane -33 puntos, 10 rebotes y 5 asistencias con un 12/21 en tiros y un 4/9 en triples y Ja Morant -31 tantos, 10 capturas, 7 pases de canasta, un 13/26 en lanzamientos y un 2/5 desde el perímetro-, LeBron James fue la elocuente imagen de la frustración.

‘The King’ anduvo muy desdibujado a pesar de su doble-doble de 15 puntos y 10 rebotes con un deficiente 5/17 en tiros de campo, un esperpéntico 1/9 en triples para seguir con su crisis desde el perímetro en estos playoffs y, extrañamente en él, una espesa noche en la toma de decisiones con tantas pérdidas como asistencias (5). Insólitamente también, el peor de los titulares en cuanto a más-menos con un -1.

Y eso que Anthony Davis volvió por sus fueros con un abundante doble-doble de 31 puntos -14/23 en tiros-, y 19 rebotes. Aunque ese, la producción en masa de la ‘Ceja’ fue el síntoma de lo que ocurrió a unos Lakers muy escasos de creatividad en el ataque estático, removiendo el pasado con un 25% en triples con un 10/39.

Santi Aldama participó del espectáculo ‘grizzlie’ recuperando presencia tras los escasos 7 minutos del último enfrentamiento con 7 puntos -3/5 en lanzamientos y un 1/2 en triples-, 5 rebotes, 3 asistencias y 1 robo, uno de los pases de canasta más un pase de ‘touchdown’ que de baloncesto de campo a campo. Tan estético como efectivo porque el canario lo aúna todo. No se luce si no es para servir.

A toda pastilla, jugando al sprint constante, como el perro para arriba y para abajo que nunca se cansa, una inteligente y disciplinada defensa surtió a los Grizzlies de innumerables contragolpes. Memphis acepta cambiar en los bloqueos cuando Davis pone la pantalla por mucho que se pueda quedar con él un jugador que tiene todas las de perder como Dillon Brooks por muy guerrillero que sea. A aplicar la teoría de anticiparse o enviar ayudas y, si anota, pues a pasar página.

Y es que, puede que al equipo de Taylor Jenkins -porque a veces en los playoffs hay que tomar riesgos de este tipo-, que todo pase por Davis, invitarle a que resuelva el partido él solo a golpe de punto, pues no tiene la privilegiada visión de juego de LeBron para poner en órbita a sus compañeros, más activos y libres si se opta por defender el pick and roll con el pívot involucrado de otra manera.

Le gusta jugar el bloqueo directo con LeBron pero a ‘The King’ ha demostrado poder pararle Xavier Tillman, otra entrega el interior de factor X para estos Grizzlies con una defensa inconmensurable y 8 puntos, 6 rebotes y 4 asistencias. Los Lakers se pasaron el partido intentando buscar el mismatch que más le interesaba y el mal momento que atraviesa ‘Bron’ en el perímetro reforzó su plan.

De repente, con su categoría, se ha puesto el ‘Rey’ a ‘competir’ con Dillon Brooks a ver quién le hace más feos al aro de lejos, un horrible 6/36 para el ‘6’ (16%), un 4/27 para el polémico alero (14%), de nuevo casi nulo en ataque con 8 puntos tras un 3/15 en tiros y un 2/10 desde el 7,25.

James abusó del triple -muchos intentos sin tener una clara ventaja-, sin funcionarle a los de púrpura y oro cruzar pantallas para obtener mismatch en el perímetro o en el poste cuando lo intentó con Rui Hachimura, aún así el mejor del banquillo con 9 tantos. Intentar atacar a Ja Morant y Luke Kennard –que acabó lesionado del hombro-, para provocar el cambio con LeBron tampoco funcionó a los de púrpura y oro con los Grizzlies logrando negar esos cambios con ‘flash’, conscientes de todo lo que provoca y ha provocado el ‘6’ desde el poste bajo en esta serie.

D’Angelo Russell repartió 10 asistencias pero se quedó en un 4/11 en tiros pese a sus 11 puntos y también se quedó corto Austin Reaves pese a ser el que operó con más claridad penetrando con 17 puntos pero un 4/13 en lanzamientos.

Bane, el mejor escudero de Morant

Pero hay que darle también mucho crédito al ataque en estático de los Grizzlies, que supo pensar cuando se lo requirieron los Lakers. Y aquí es un valioso tesoro tener a Desmond Bane porque, detrás de un gran base como Ja Morant siempre hay un gran compañero de ‘backcourt’. El escolta lo está clavando en esta eliminatoria, permitiendo a la estrella tomarse respiros sin que lo note el equipo cuando sigue con dolor en su maltrecha mano.

Todo lo interpretó a la perfección Bane, asistiendo tras penetrar, metiendo triples tras salida del ‘pick and roll’ y en transición, jugando el rebloqueo para cambiar la dirección de su penetración y obtener mejores tiros, cortando hacia el medio para sacarse un tiro de media distancia cuando los Lakers se pusieron en zona, saliendo a toda velocidad pero frenándose si era necesario para esperar un compañero y entregarle la asistencia. Vísteme despacio que tengo prisa.

El conjunto angelino consiguió contener su efecto en gran parte cuando le mandó dobles defensas, pero acabó disuadiendo a los Lakers de esta idea a la que encontró a Tillman dentro o Jaren Jackson Jr. en la pintura o el perímetro el Mejor Defensor del Año pero ejerciendo de nuevo de ideal chico para todo, con 18 puntos, 10 rebotes, 1 robo y 2 tapones.

Y, aprendiendo a jugar con cabeza, Ja Morant se desempeñó con inteligencia, entendiendo que no tiene que intentar saltar por encima de Davis tanto por efectividad como por su integridad, avisado por las dos feas caídas del último encuentro.

No necesitó en muchos momentos de ‘pick and roll’ implicando a la ‘Ceja’ porque como hace daño de verdad atacando al pívot es con aclarado, cuando viene a toda velocidad tras superar a su par para si, acaso, buscar el contacto con él chocando con ese arte que tiene de meterlas tras topar con jugadores y no con saltos tan espectaculares como peligrosos. Los Lakers sólo que pudieron ver pasar a esos velocistas a un balón pegados que son los Grizzlies. Pero las prisas las tienen ahora ellos.