Los Juegos Olímpicos de Tokio serán el último escaparate que tendrá Takefusa Kubo para convencer a Ancelotti de que tiene que estar en el primer equipo la próxima temporada.
Su participación con la selección japonesa en el torneo de fútbol, sus números y, sobre todo, sus sensaciones, pueden hacer decantar la balanza y cambiar la opción de una nueva cesión por la de vestir de blanco de una vez por todas.
El rival es la ley
Pero aún así, por muy alto que sea el nivel que demuestre Kubo en la cita olímpica, lo cierto es que tiene muy complicado jugar para Ancelotti la próxima temporada. Es cierto que en el Real Madrid saben de su calidad y, desde luego, es un activo de futuro para el club, pero el problema contra el que juega el futbolista es contra el de su condición de extracomunitario, la cual le obliga a ocupar una de estas plazas tan codiciadas en el equipo.
Por ello, a día de hoy su opción más factible es la de volver a salir cedido. Preferiblemente a un equipo de LaLiga como ya lo hizo con el Mallorca, el Villarreal y el Getafe. Existen varios equipos interesados en él (Real Sociedad y Betis) pero por el momento el jugador está centrado en los JJ.OO y en aprovechar su último tren.
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