Los Brooklyn Nets son definitivamente otros sin Kyrie Irving, su tormento más que su luz. Les ha sentado bien haber perdido de vista -de momento-, el base, que haya aparecido en su vida como nuevo entrenador, Jacque Vaughn, que Ben Simmons, tocado físicamente, lo haga sólo de vez en cuando (sólo jugó 14 minutos desde el banquillo). Tras tres victorias y una sola derrota sin el volcánico e imprevisible base, ya tienen aquí su primer triunfo de enjundia -el primero de toda la temporada-, tras atreverse en el Crypto.com Arena con Los Ángeles Clippers (95-110) merced a una pegajosa defensa y otro pegadizo baile de Kevin Durant, 27 puntos (10/16 en tiros de campo), 6 rebotes, 3 asistencias y 2 tapones.
El alero le mojó por completo la oreja a Paul George, a quien le hizo la vida imposible en ambos lados de la cancha, quedándose el genio de los Clippers en 17 puntos con una horrenda serie de 5/21 en lanzamientos y 1/6 en triples tras promediar más de 30 en los últimos 6 partidos.
Sin Irving, con Ben Simmons con un rol muy limitado -el encuentro en el que menos ha jugado esta temporada con esos 14 minutos-, Kevin Durant está solo en cuanto a iguales con los que comparta su estatus de estrella. Mejor solo que mal acompañado, dirán, pero el ‘7’ contó con el gran apoyo por segundo partido consecutivo tras el de los Knicks de Seth Curry, decisivo desde el banquillo y en la hora de la verdad con 14 de sus 22 puntos en el último cuarto -9/15 en TC y 4/8 en triples-, para decidir un enfrentamiento muy parejo. También sumaron Royce O’Neale (12 tantos), Nic Claxton (13) y Edmond Sumner (11). Más vale contar con compañeros con un perfil más bajo pero menos ruidosos que otros muy buenos pero también muy problemáticos.
Y qué valioso es también contar con el equipo, con todo el equipo. Los Nets transmiten desde la llegada de Vaughn y la marcha momentánea de Irving la perenne seriedad de Kevin Durant. Más allá de Kyrie y de que tiradores como Joe Harris y Seth Curry alcancen su máximo tras sus lesiones, les sigue faltando talento en ataque. Pero allá donde no llegue la calidad, que lo haga la solidez.
En este lapso de cinco partidos sin Irving, los Brooklyn Nets han pasado de ser la segunda peor defensa de la NBA mientras contaron con el base -119 puntos recibidos cada 100 posesiones-, a la mejor con un rating defensivo de 98,5. Una metamorfosis total. Sin que el ataque se haya resentido demasiado de un rating ofensivo de 112,6 a uno de 112. En estos cinco encuentros sin Irving, en cuatro Brooklyn ha recibido menos de 100 puntos, incluido el de Dallas pese a la derrota final. Vaughn sabe lo que quiere y sus chicos lo bordan interpretándolo.
Los Nets paralizaron el ataque de los Clippers con George como imagen de la frustración. Es sobre todo en esos momentos cuando extrañana la colaboración de Kawhi Leonard. Cuando no se emparejó con Durant, al alero le tocó bailar con Royce O’Neale. Y cuando gozaba de ventaja en un duelo ante un jugador más pequeño, recibía doble defensa en el poste. Vaughn no quiso darle ningún respiro y, tanto es así, que no tardó en reasignarle otro jugador en defensa cuando se aprovechó de su mayor tamaño ante Seth Curry para encestar dos tiros de media distancia consecutivos.
El equipo de Tyronn Lue pudo sobrevivir hasta el último cuarto y pudo levantar una desventaja de 10 puntos en el tramo final del segundo parcial gracias al buen trabajo bajo el aro tanto en puntos como en rebotes -16 tantos y 15 capturas-, de un Ivica Zubac que supo aprovechar su mayor ventaja física en la pintura cuando con los cambios quedó emparejado con jugadores con menos tamaño. Gracias a la aportación también de Marcus Morris (13 puntos), y de Norman Powell (16) y John Wall desde el banquillo (14), con Wall rebelándose en el último parcial con 9 tantos. Pero, en este contexto, le arrebató todo el protagonismo Seth Curry.
En un partido de defensas, Curry -emulando como jugador decisivo a su hermano el día anterior-, fue un ávido lector del juego más allá de su impecable servicio como ejecutor exterior con 4 triples. Supo castigar la defensa especulativa de Zubac en el pick and roll con el tiro de media distancia, al que recurrió cada vez que tenía delante al pívot de los Clippers. Tomó ejemplo de Kevin Durant, que burló el colapso de la defensa de la franquicia angelina con ese lanzamiento de rango medio con el que tanto se le identifica. También esquivó las defensas dobles soltando el balón en el momento adecuado para encontrar al compañero libre.
Cuan se pone en este plan Durant, disfrutando de sus mejores números anotadores de siempre a sus 34 años (30,5 puntos), es imposible que ningún rival pueda rebatirle. Y Simmons, sumó lo suyo, -2 puntos, 3 asistencias y 5 rebotes en 14 minutos además de una buena defensa sobre Zubac-, pero le pudo el ímpetu de nuevo, con 4 faltas en sólo 11 minutos. Se sigue esperando mucho más de él.
Los Nets, que se miden este domingo a los Lakers, se impusieron en el que era también una especie de duelo entre dos franquicias a las que se les lleva tiempo esperando por el anillo, mientras ellas esperan a sus estrellas. Los Ángeles Clippers, a que Kawhi Leonard se ponga bien pero para poder contar siempre con él. Pero los Nets, por su parte, no está tan claro que esperen ahora a Irving con el mismo deseo que el año pasado. Le esperan, pero, visto lo visto, no tienen prisa.