Los Nuggets y Jokic dan un aviso a los Warriors en un festival ofensivo

Los Nuggets y Jokic dan un aviso a los Warriors en un festival ofensivo

Los Denver Nuggets hicieron pagar a los Golden Stats Warriors tanto dolor causado el año pasado en los play-offs. La franquicia de Colorado se despidió en primera ronda con un sintomático 4-1 con la impotencia de saber que no les daba para más a pesar de tener al MVP, Nikola Jokic, encomiable pero estéril su esfuerzo, demasiado solo sin Michael Porter Jr. ni Jamal Murray. Pero Jokic, con un triple doble de 26 puntos, 12 rebotes y 10 asistencias y sólo parte de su séquito -Porter jugó pero Murray, dosificándose aún por su grave lesión, no apareció-, regresó a San Francisco para lanzar una advertencia a los Warriors en un bello derroche ofensivo de ambos (128-123). 

El esfuerzo de Jokic mereció la pena esta vez al contrario que el de un Stephen Curry superlativo, con 34 tantos. Los Nuggets desplegaron una primera demostración seria acerca de sus revitalizadas aspiraciones al anillo. Lució equipo, con todos los integrantes de su quinteto titular con dobles dígitos, 20 puntos para Bruce Brown, 17 para Porter y Caldwell-Pope y 10 para Aaron Gordon. 

Se cimentó en una buena defensa para dejar a los Warriors en 5/22 en triples al descanso (70-52) y aguantó el arrebato de orgullo final de los de la Bahía, que mejoraron su juego tras la pausa y se llegaron a poner a 1 punto a falta de 14,7 segundos con una canasta de Poole (123-124). Pero Jokic, más listo que el hambre, inició al instante la seiguiente jugada para el mate en contraataque de Brown y dos tiros libres del MVP terminaron de zanjar el asunto. 

Denver, liderado por la constante inteligencia de Jokic, limitó la capacidad ofensiva de los Warriors en un gran despliegue físico sobre todo en la primera parte veloces rotaciones defensivas para cortocircuitar la circulación de Golden State y puntear los triples, sin miedo a proponer 2×1 ante Curry, gran distribuidor también. Steve Kerr pidió más intensidad atrás a sus hombres en el descanso y eso repercutió también en la ofensiva, con una circulación más fluida por parte de Golden State, y en consecuencia, mejores situaciones para crear tiros desde el perímetro y más acierto en los triples (10/22). 

Tomaron responsabilidades para levantar al equipo Klay Thompson (16 puntos), el recién renovado Andrew Wiggins (23) y…Draymond Green. El interior, tan escandaloso él, hizo todo el ruido que pudo en el parqué para silenciar el del día que convirtió la cancha en un rin. Tiró del equipo en la segunda parte y alborotó al Chase Center y sus compañeros, implorando quizá ese respeto que se quiere volver a ganar. Se apuntó 13 puntos, 9 rebotes y fue el que más sumó con un más-menos de +11, más que Curry (+9). 

Paradójicamente, Jordan Poole, la ‘víctima’ de Green, fue el gran señalado con sólo 7 puntos en 27 minutos con un 2/7 en tiros de campo para acabar como el que más restó en su equipo con un -20. Pero ni tanto ruido generado en los Warriors entre la pelea y la entrega del anillo puede bajar el volumen de la victoria de unos Denver Nuggets que no van de comparsa. 




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