Los pecados de Pablo Machín en el Espanyol


Pablo Machín ya no es el entrenador del Espanyol
. La bochornosa derrota en Butarque ante el Leganés, un rival directo en la lucha por la permanencia, fue la gota que colmó el vaso y el motivo de su destitución como técnico perico. Estos han sido sus pecados al frente del equipo blanquiazul.



Sus pobres números en Liga

Desde su llegada, Machín no ha conseguido mejorar los números de David Gallego. El soriano ha cosechado los mismos puntos en liga que su predecesor, cinco, aunque lo ha hecho con pero porcentaje ya que ha dirigido el equipo en dos partido más.

Machín se va con un balance en Liga de 1 victoria, 2 empates y 7 derrotas, dejando el equipo como farolillo rojo de LaLiga y con la salvación a 5 puntos.

Sin victorias en casa

Uno de los retos de Machín era sin duda hacer del RCDE Stadium un fortín, sin embargo el ya experico no ha sido capaza de conseguir ni una victoria ante su afición. Villarreal, Valencia, y Osasuna se llevaron el triunfo del feudo perico, mientras que Getafe y Betis también terminaron puntuando en Cornellà-El Prat.

Poca autocrítica

Pese a la delicada situación, Machín no hizo autocrítica en ciertos momentos que era evidente que la puesta en escena de su equipo no fue buena.

“Creo que hemos salido concienciados de lo que nos estábamos jugando. Ha sido un partido competido”, dijo este domingo tras el desastre en Butarque. El Espanyol, pero, jugó todo el encuentro con una -o varias- marcha menos que el Leganés, que sí fue a por los tres puntos.

Polémicas declaraciones

Intentando motivar a sus futbolistas, Machín soltó públicamente aquello de que necesitaba “tíos de verdad, no pipiolos”. Sus palabras no gustaron en el seno del vestuario, sobretodo porque estos mismos jugadores fueron capaces de llevar el equipo a Europa la pasada temporada.

La ya célebre frase del soriano causó cierto revuelo también en la grada, que entendió el mensaje pero no comulgó con la manera en que lo propagó.

Sin solidez defensiva

El Espanyol de Machín se ha caracterizado por jugar siempre con una defensa formada por tres centrales y dos carrileros. La idea era apuntalar la zaga para poder atacar de manera más desahogada, sin embargo el equipo ha seguido blando atrás, dejando un balance de 20 goles encajados en los 10 partidos de Liga. O lo que es lo mismo, dos tantos en contra por encuentro.

Sin soluciones

Machín tampoco ha sido capaz de encontrar soluciones para paliar la falta de gol de su equipo. La goleada ante el Ludogorets (6-0) es el único partido en que los pericos han anotado más de dos dianas.

Siguiendo la misma línea, el soriano tampoco ha sabido encontrar la regularidad necesaria para competir los partidos. Cierto que el equipo ha dejado fases que invitaban al optimismo, pero en global el nivel mostrado no ha sido el esperado.

Como ejemplo, quede el cambio de sistema registrado en Butarque, cuando desesperado renunció a su 3-5-2 para jugar con una defensa de cuatro.

Pablo Machín, historia de un entrenador efímero para el Espanyol



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