Los pecados de Zidane ante el Chelsea

Zinedine Zidane se vio completamente superado por Thomas Tuchel este miércoles. En la ida, principalmente en su primera parte, el Madrid ya dejó correr al Chelsea muchísimo más de lo debido, pero lo que aconteció en la vuelta fue directamente una victoria por aplastamiento. El conjunto ‘blue’ se impuso al cuadro merengue en todas las facetas del juego y resulta inevitable señalar a Zidane como culpable de ello.

1. Con el balón pero sin ideas

El Madrid acumuló el 68% de la posesión del balón. Pero siempre lejísimos del área rival y con pases que no generaban ventajas. El Chelsea no solo se mostró comodísimo sin la pelota sino que cuando logró robarla encontró miles de caminos para llegar a situaciones con las que poner a prueba a Courtois. Cuando todo lo mencionado se da con jugadores con el pie de Modric y Kroos sobre el terreno de juego, es muy probable que el problema esté en el planteamiento. No supo Zidane insuflarle a su equipo lo que necesitaba. Ni de lejos.

2. El rol y la posición de Vinicius Jr.

Vinicius Jr. se coló en el ‘once’ titular por delante de Marco Asensio y Fede Valverde. Pero lo hizo para actuar por la derecha y como carrilero en defensa de tres centrales, sorprendiendo la decisión a propios y extraños. Debió pensar Zidane que era buena idea intentar abrir el campo al máximo, con Vinicius por la derecha y Mendy por la izquierda como cebos para la defensa del Chelsea, y Militao y Nacho por detrás de ellos cerca de la cal teniendo la posesión. Es cierto que resulta muy sencillo hablar a toro pasado, pero también lo es que si el plan chirriaba no era sin motivo. Podía no salir bien, y salió rematadamente mal.

Eden Hazard, durante el encuentro de este miércoles
Eden Hazard, durante el encuentro de este miércoles

3. La confianza ciega en Hazard

No se entiende que, en el partido más importante de la temporada del Real Madrid, Zidane fiase su suerte a un futbolista desaparecido hasta hace muy poco. O mejor dicho, desaparecido todavía, porque aunque completó gran parte del partido, Hazard no fue ni una sombra del jugador que se espera que vuelva a ser. Falto de ritmo y previsible en todos sus movimientos, lejos de resultar indetectable para la zaga del Chelsea, fue él quien se perdió en sí mismo. Aguantó en el verde hasta el 89’, cuando ya con 2-0 Zidane decidió retirar al belga para que entrase el delantero catalán. 89 minutos de juego para Hazard, más que muchos o pocos (que eso siempre es relativo), fueron demasiados.

4. La presión, inconsistente y a destiempo

Para intentar incomodar a este Chelsea de Tuchel puedes optar por una presión alta que agobie la salida de balón de sus centrales o posicionarte en bloque conservador que estreche espacios a sus eléctricos jugadores de la línea de tres cuartos. Lo que planteó Zidane este miércoles se quedó a medio camino entre una cosa y la otra. Ni tuvo la frescura para ejecutar la primera opción ni fue lo suficientemente consistente para cerrar pasillos atrás.

5. Los cambios, tarde y mal

Si no del todo acertado (por intentar ser benevolentes) fue el planteamiento inicial, nefasto resultaron las permutas introducidas por Zidane durante el encuentro. Las entradas de Valverde y Asensio en lugar de Vinicius y Mendy sonaron bien, pero fueron tarde (63’) y no tuvieron el efecto deseado. Retirar a Casemiro para dar entrada a Rodrygo, en un intento a la desesperada, fue salir de las brasas para meterse en el fuego, dejando al equipo completamente roto. Y la entrada de Mariano por Hazard en el 89’ fue la guinda de un pastel que el Chelsea se cargó de estamparle en la cara.


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