Los Pelicans de Willy hurgan en los defectos de los Mavericks… ¡y Doncic se lesiona!

Que los Dallas Mavericks del gran dúo digan de qué presumen, que los demás rivales, como los Pelicans de Willy Hernangómez, les dirán de qué carecen: consistencia para ganar ni siquiera dos partidos seguidos -algo que todavía no han conseguido Kyrie Irving y Luka Doncic juntos. Tiempo para ajustar al propio ‘Big Two’. Espíritu colectivo. Y, ahora, también Doncic. Aparte de quedar señalados todos esos defectos en su derrota en New Orleans (113-106), Dallas perdió por una distensión del muslo izquierdo al esloveno, quien, pese a intentarlo con un aparatoso vendaje, no pudo más y dijo ‘basta’ al final del tercer cuarto con 15 tantos pero un exiguo 4/14 en lanzamientos en su cuenta.

Ni el tan corriente ‘calentón’ final de Irving -11 de sus 27 puntos en el último parcial-, pudo taparlo todo esta vez. Willy Hernangómez, optimizando sus minutos, se apuntó 6 tantos (3/5 en TC), 3 rebotes y 1 asistencia en 15 minutos desde el banquillo. “Con 15 partidos por jugar, no hay espacio para un descanso. Pero, por lo que hemos podido ver, él se movía bien (tras dejar la pista)”, justificó Kidd el riesgo de poner a jugar a un Doncic entre algodones en el primer ‘back-to-back’ que jugaba desde diciembre. El ex del Real Madrid confesó con molestias en esa pierna izquierda desde el reinicio de la liga tras la pausa del All Star.

El ruido del final entre la salida de Luka y el arrebato de Kyrie para llegar a dejar al equipo de Jason Kidd a 3 puntos a falta de 4 minutos (97-94) acabó silenciando en gran parte la realidad que dejó en evidencia a los Mavericks. Y es que, pese a que Doncic andaba tocado, New Orleans -sin Zion Williamson, Jose Alvarado ni Larry Nance Jr. para empezar-, se quedaron en la segunda parte sin Brandom Ingram y aun en estas condiciones fueron capaces de rozar los 20 puntos de ventaja.

Sin dejar de obviar que la franquicia de Louisiana se encuentra en un incesante declive desde que entrara en enero en la enfermería Williamson, que está fuera por lo menos un par de semanas más. Cuando parecía que ya se encontraba Irving campando a sus anchas sin restricción ninguna en su territorio favorito, el de última hora, se puso a disparar triples ese inexpresivo hombre que parece que ni sienta ni padezca. El base, 32 tantos al final con un 12/22 en tiros y un 6/8 en triples, golpeó a Dallas en el ‘clutch’ con 16 puntos en el cuarto del desenlace, 13 en los últimos 4 minutos.

Los Pelicans incidieron en la falta de creatividad de Dallas -limitada las acciones individuales de sus dos astros-, y en la debilidad de los de Kidd para proteger su aro, yendo a buscar también la fragilidad sin balón de Irving y Doncic, así como la falta de un pívot fiable que custodie bien la pintura. Se llevará toda la gloria McCollum, pero, en un primerísimo primer plano en defensa sobresalieron Herbert Jones -gran responsable de la pobre serie de tiro del esloveno-, y Jaxson Hayes. Jones, ‘pesado’ hasta la saciedad, asfixió al ’77’, que pedía rápido un bloqueo para quitarse de encima a un Jones del que poco se habla.

La gran y especialmente inquietante duda para New Orleans -porque, mientras dudas, Doncic ya ha vuelto-, era el hombre grande con el que defender el ‘pick and roll’. Aquí es donde el entrenador de los Pelicans, Willie Green, expuso su tan particular relación con el ‘ejército’ de pívots que tiene en el equipo, lo que explica en parte porque Willy Hernangómez no juega más. Valanciunas -que salía de lesión-, no convenció al técnico y, siendo titular, no llegó a los 7 minutos en pista.

Salió Willy y al MVP del Eurobasket se le dio mejor la defensa de Doncic en el ‘pick and roll’, con ese tipo de defensa en ‘drop’ hundida más o menos agresiva según la situación, llegándose a veces a quedarse con la marca del esloveno. Era un buen día para invitar a Luka a ir hasta la pintura y ahí desafiarle en el cuerpo a cuerpo dado que no estaba para muchos contactos. Pero el base devora ese lapso de segundo en lo que tarda en pasar el bloqueo su defensor y se puso a repartir, acabando con 8 asistencias. El mayor de los Hernangómez cumplía con su cometido pero no los que tenían que encimar los cortes.

La solución, el elástico Jaxson Hayes. El esbelto pívot no tenía problemas en cambiar con Doncic y se acabó por un largo rato el ‘show’ del esloveno, sin encontrar compañeros liberados. Los Pelicans saboreaban las transiciones y en estático golpeaban con el mortífero tiro de media distancia de Brandon Ingram -12 puntos y 5/8 en lanzamientos en los 17 minutos que estuvo en el parqué-, y también de McCollum. Esa espacio tras salida de bloqueo directo que dejaba el pívot en la zona fue aprovechado al máximo por New Orleans. Aunque productivo en ataque -15 puntos-, Christian Wood volvió a suspender también en la protección del aro.

No obstante, abrir la defensa de Dallas -el tercer mejor ataque de la NBA desde la llegada de Irving pero también el tercer peor rating defensivo-, nada más que requiere de paciencia y de un alegre movimiento de balón para encontrar el tiro adecuado, sobre todo si son Doncic o Irving los que tienen que salir a puntear. O también se puede hacer ‘sangre’ con cortes a la pintura ante la falta de atención de ’77’, aunque, con todo lo que ha cargado encima y el estado en el que estaba, poco se le puede reprochar.

Para consuelo del conjunto de Texas, el ‘rookie’ Jaden Hardy ‘posteó’ a Hayes con un mate brutal en una de las jugadas de la noche NBA.

Los Pelicans parecían acariciar el triunfo al inicio del último cuarto -83-66 y Dallas ya sin Doncic-, pero lo aborotó todo el ‘momentum’ de Irving. Sin el esloveno, el conjunto de Louisana optó por hacerle soltar el balón cuanto antes con dobles marcajes pero encontró el ‘2’ a tiradores liberados, con un 2/3 Bertans desde el perímetro, con un 5/12 y 17 puntos un Tim Hardaway Jr. que está disparando un 53% desde la larga distancia desde que desembarcara Irving. La vuelta a la defensa individual del base y la irrupción de McCollum frustraron otro portentoso sprint final del ex de los Nets.

Dallas se ve de nuevo fuera de las plazas de playoffs con 34-33, cerca los Pelicans en décima posición, con 32-34. Pedía Kyrie Irving justo al desembarcar en Dallas que “empezara la fiesta”. Pero no vaya a ser que la cosa acabe en velatorio.




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