Los Pelicans hurgan en el mayor temor de LeBron

Los Pelicans hurgan en el mayor temor de LeBron

A LeBron le importa el honor pero también la pesa el temor. Todo va ahora de cuánto más grande sea en breve cuando supere el célebre récord de Kareem Abdul-Jabbar, pero le inquieta la incertidumbre del futuro, saber que, por mucha plusmarca que logre y muchas fiestas que reciba, su nombre no sea mencionado de nuevo en los play-offs. A pesar de otro encomiable esfuerzo de ‘The King’ -27 puntos, 9 rebotes y 6 asistencias-, los New Orleans Pelicans hurgaron en el mayor miedo de ‘Bron’ con su meritoria remontada contra unos Lakers (131-126) que no terminan de engancharse de todo al numeroso pelotón del atascado Oeste que pelea por jugar la fase por el título.

El fenómeno de Akron se halla a una exhibición ‘asequible’ de adelantar al que fuera icono de Bucks y los propios Lakers, a 36 puntos con el partido en Los Ángeles contra Oklahoma del martes como horizonte más próximo. Pero, para ser más ‘caballeroso’ con la historia, honrar la narrativa, es sabido que no habría más apoteósica ni idílica materialización del récord que hacerlo el jueves contra los Milwaukee Bucks para establecer el círculo perfecto, unir los dos nexos más importantes de la vida de Abdul-Jabbar.

Se ha ganado LeBron el derecho a elegir pero el problema es que estos Lakers no están para elegir, y quién sabe si se puede ver forzado ‘The King’ a un recital de 36 tantos contra los Thunder para atender las necesidades de su equipo, con opciones en el Oeste pero escaso margen de error, decimoterceros los de púrpura y oro con 25-29 con un 46% de triunfos, a distancia todavía del 50% que registra ese pelotón de favoritos para entrar a ‘play-offs’.

Entre ellos se encuentran estos debilitados Pelicans, alicaídos desde que perdieran por lesión a un Zion Williamson que podría volver antes del All-Star. El conjunto de Louisiana -undécimo con 27-27-, comparecía con una deprimente dinámica de 10 derrotas seguidas que le han desplazado de la conversación por el equipo revelación y no pudieron hallar mejor medicina que una victoria ante su parroquia contra los Lakers que dominaron en muchos momentos con rentas de 10 puntos con esa remontada como valor añadido.

Al lado de Williamson se sentaba Willy Hernangómez, afeado por su equipo. Ya no es novedad que el pívot español, que podría estar viviendo su última semana en Nueva Orleans, se quede en un partido sin minutos, pero apenas salió a la cancha en un momento del último cuarto para asegurar el rebote en unos tiros libres de LeBron. El alero falló el primero pero metió el segundo, por lo que la entrada a la cancha de Willy no computó y acabó con 0 minutos en su hoja estadística.

En un morboso duelo por lo que ocurrió hace casi un lustro, Brandon Ingram quiso ser más que Anthony Davis y lo fue, por lo menos en cuanto al resultado final y la anotación. El alero, parte del traspaso por el que los Lakers tiraron la casa por la ventana en 2019 para hacerse con la ‘Ceja’, se disparó hasta los 35 puntos (15/28 en lanzamientos), mientras que el ‘center’ firmó un doble-doble de 34 tantos -13/25 en tiros-, y 14 rebotes. No obstante, detenido por una defensa más dura de los Pelicans, se quedó en 2 tantos en el último parcial.

Brandon Ingram, imposible de detener para los Lakers

Junto a la siempre abundante aportación de LeBron, La ‘Ceja’ impuso su dominio gran parte del choque y se presentó como el recurso más fiable para abrir la zona de New Orleans. Además de proteger el aro propio ganando los duelos a Jonas Valanciunas, importunó a los de Willie Green de todas las maneras, en el poste bajo, recibiendo en la pintura, cortando desde la cabecera y, sobre todo, en transición, mucho más rápido y ágil que el interior lituano.

“¿Irving? Cuando hablas sobre un jugador así…”


LeBron James

Mientras, Russell Westbrook comandaba inspirado la segunda unidad, más ejecutor que asistente esta vez con 15 puntos, 4 asistencias y 4 rebotes con una destacada serie de tiro desglosada en un 6/11 en lanzamientos y un 2/3 en triples. Los Lakers le ofrecían el ‘spacing’ y él hacia el resto, hasta certero en esos tiros de media distancia con los que a veces tanto saca de quicio. Les conviene a los de púrpura y oro que ‘Russ’ se mantenga centrado. Por necesidad y para que se siga revalorizando en aras a un posible inminente trato con los Nets por Kyrie Irving.

“¿Irving? Es una pregunta para Rob Pelinka (el General Manager de los Lakers)”, respondió un LeBron que se pronunció sobre la posible llegada de Kyrie, “Obviamente, esta es la palabra que usas, una pregunta ‘Duh’ cuando tú hablas sobre un jugador así”, dijo ‘The King’, queriendo decir que era una cuestión de respuesta obvia. Vamos, que quiere que venga. 

Los Lakers, acostumbrados ya a enfrentarse a zonas, lo tenían muy claro pero también hallaron los Pelicans una garantía segura de anotación, entregándose sin ‘disimular’ a las genialidades de Brandon Ingram, al que los Lakers nunca pudieron sujetar por más defensas distintas que probaran y por más que le pusieran a un ‘pesado’ como Patrick Beverley encima. Lo hizo muy fácil Ingram, pues cuando no podía llegar al aro, se levantaba y conectaba tiros de media distancia.

Encomendados al alero siguieron los Pelicans a pesar del 61-72 del descanso. Ajustaron los de Green su defensa sobre Davis con una mucha mayor dureza, cumpliendo con sobriedad un muy peleón Larry Nance Jr. -10 puntos y 9 rebotes en 23 minutos-, la función de frenar a la ‘Ceja’ una vez que Valanciunas -18 tantos y 14 capturas-, no pudo volver por lesión.

El papel defensivo del polifacético Herbert Jones más la suma un CJ McCollum -23 puntos-, o la energía y el acierto desde el banquillo de un Jose Alvarado (18), que burlaba la zona de los Lakers con sus tiros flotantes, terminó de completar la primorosa reacción de los Pelicans, que también mejoraron el espaciado para las penetraciones. 

LeBron, que fue a caerse contra el público en una acción, se puso a producir y asistir al mismo tiempo pero a los de Darvin Ham les sigue faltando ese base hile el juego en contextos como finales de partido ajustados con el rival en dinámica ascendente y que conjugue todas las virtudes, con el nuevo rol limitado desde el banquillo de Russell Westbrook -Ham no le puso a jugar en el último cuarto-, falto Beverley de anotación y con Schröder con sus altibajos como ‘playmaker’ aunque 10 asistencias esta vez.

La solución se podría llamar Irving en esa nueva ilusión que ha irrumpido además del récord de LeBron. Algo más necesitan los Lakers para que ‘The King’ tenga que soportar otros play-offs en el sofá. La amenaza, bien latente, sigue ahí.




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