Los productos adecuados para un bronceado seguro

El sol es útil para nuestro cuerpo porque nos ayuda a sentirnos mejor estéticamente pero también puede ser peligroso si se toma sin precauciones. Para evitar quemaduras solares, eritemas, manchas solares o un bronceado desigual, es fundamental empezar a proteger de inmediato la piel incluso si todavía no tenemos pensado ir a la playa hasta que cojamos las vacaciones. Veamos a continuación, los productos adecuados para un bronceado seguro y dónde y cómo usarlos.

Los productos adecuados para un bronceado seguro

La primera regla, que no se suele respetar, es aplicar en la piel la dosis adecuada de protector solar que para todo el cuerpo equivale a la de una pelota de ‘ping-pong’, también es importante renovar la aplicación cada dos horas aunque el producto es resistente al agua.

Cara y escote

Si te quedas en la ciudad en los meses más calurosos sigue siendo útil proteger tu piel de las radiaciones, especialmente si vas en moto y bicicleta, ya que el asfalto amplifica los rayos del sol y potencia sus efectos. Por ello, protege siempre la piel de su rostro con una crema que contenga un factor de protección medio (Spf 8/15) o utiliza una base con protector solar.

Recuerda no utilizar cremas a base de ácido glicólico o mascarillas exfoliantes en verano que estiran y eliminen la epidermis superficial haciendo la piel más delicada y con riesgo de manchas solares. Si planeas hacer viajes en barco, usa protector solar alrededor de los ojos o una barra de ‘bloqueador solar’ en las bolsas de los ojos, ya que esta área es muy delicada. Además, humecta siempre después de la exposición al sol con una crema específica para preservar la apariencia de arrugas o marcas.

La nariz, más expuesta que los otros puntos del rostro, siempre corre el riesgo de descamarse; si lo ves brillante y roja significa que no ha sido suficientemente protegida y que está emergiendo la capa subyacente de la piel, en este punto protégela con una crema protectora 50.

En cuanto a la piel de los labios, que no tiene glándulas sebáceas y se seca con facilidad, puedes evitar el molesto herpes si frotas los labios con una solución de agua y bicarbonato y luego extiendes una barra protectora con vitamina E.

El escote siempre está expuesto tanto con el bikini como con el bañador de una pieza, para protegerlo más, elige un producto que contenga zinc u óxido de titanio que al reflejar la luz ayude a proteger la piel.

Recuerda que ya a mil metros de altura la potencia de los rayos aumenta un 10% por lo que en rutas largas de montaña, además de la crema es bueno usar un sombrero de ala ancha que también proteja las orejas y el cuello sobre todo si estás acostumbrada a llevar el pelo recogido en verano.

Pelo

El sudor, el agua salada y la sal, el viento y la arena, pero también el cloro de la piscina hacen que el cabello se vuelva opaco, fibroso y quebradizo. Usa siempre un sombrero ligero o de paja que deje respirar tu cuero cabelludo o use aceites solares específicos para proteger tu cabello del sol pero sobre todo del agua salada.

Enjuaga tu cabello frecuentemente con agua fresca mientras estás en la playa y luego lávalo en casa con muy poco champú, preferiblemente diluido con agua, haciendo un último enjuague con agua y vinagre blanco o jugo de limón que hará que el cabello se vuelva brillante y sedoso.

Si tienes el cabello teñido y quieres evitar que se decolore con el sol o mantener inalterado su aspecto, existen en el mercado aerosoles que dan un efecto brillante porque contienen ceras de silicona, o proteínas de trigo y betacaroteno y que van a proteger el color. El producto se puede aplicar todos los días en puntas secas o como mascarilla de belleza, especialmente después de un baño en el mar, en este caso es suficiente mantenerlo en el cabello alrededor de media hora envuelto en una película de celofán.

Espalda y abdomen

 Los protectores solares a prueba de agua no solo sirven para evitar que el producto se vaya cuando te bañas sino para que permanezca aunque sudes mucho, así que úsalo especialmente en estas zonas. Cuando estás en el agua (mar o piscina) tu espalda y hombros están más expuestos al sol, si lamentablemente te aparece un eritema (picor intenso acompañado de puntos rojos) debes abstenerte de tomar el sol durante unos días. En su lugar, toma un baño con almidón de arroz para disolver en agua o espolvorea sobre el cuerpo un poco de talco para una acción antiinflamatoria y absorbente.

Piernas y brazos

Son las partes más expuestas tanto al mar como a la montaña y por lo tanto deben tener una protección adecuada especialmente si todavía no has tomado el sol y deseas un bronceado perfecto. ¿Tienes muchos capilares visibles en las piernas? Elige un protector solar con SPF 30 que contenga dióxido de titanio que protege los vasos sanguíneos.

Por último, recuerda que si tienes que depilarte debes hacerlo al menos 24 horas antes de exponerte al sol de lo contrario corres el riesgo de que tu piel se queme con mayor facilidad y no puedas presumir de bronceado. ¿Han aparecido tras depilarte puntitos rojos? Significa que te has hecho una depilación demasiado vigorosa y se han formado pelos encarnados, protege la zona con una protección alta y verás que el mar te ayudará a solucionar rápidamente el problema.


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