Los republicanos aúpan a una aliada de Trump al liderazgo del partido en la Cámara de Representantes


Los republicanos eligieron este viernes a Elise Stefanik, de 36 años y considerada muy afín a las ideas del expresidente Donald Trump, para reemplazar a Liz Cheney en la presidencia de la Conferencia Republicana en el Congreso, el tercer cargo más importante en la Cámara de Representantes de EE UU. La votación cierra una semana en la que el partido ha dejado claro que su fidelidad a Trump se mantiene, al apartar de ese cargo a Cheney, que fue crítica con las afirmaciones del expresidente sobre un supuesto fraude en las elecciones que perdió en noviembre.

“Creo que los votantes son los que dicen quién es el líder del Partido Republicano, y el presidente Trump es el líder al que miran”, sostuvo Stefanik, congresista por Nueva York, después de la votación a puerta cerrada. “Apoyo al presidente Trump. Los votantes apoyan al presidente Trump. Es una voz importante en nuestro Partido Republicano y espero trabajar con él”, añadió la nueva número tres de la Cámara de Representantes.

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Stefanik, que contaba con el respaldo del expresidente y de los dos principales líderes de su bloque en el Congreso, recibió 134 votos, seguida por Chip Roy, representante de Texas, que logró 46. Este se presentó para el cargo porque considera que el historial de votaciones de Stefanik en el Congreso era demasiado moderado: la republicana se opuso a los recortes de impuestos aprobados por Trump en 2017 y a sus esfuerzos por desviar fondos presupuestarios para construir el muro con México.

La congresista detalló en un comunicado que el grupo republicano en la Cámara se centrará en dar un impulso a la economía, crear puestos de trabajo, reabrir escuelas, promover la independencia energética estadounidense, fortalecer la seguridad nacional “y proteger la Constitución”. Según dos fuentes cercanas al partido citadas por la agencia Associated Press, la legisladora ocupará este puesto en la cúpula de la formación en el Congreso solo hasta el próximo año.

Trump celebró el triunfo de su candidata en un comunicado: “¡Felicidades a Elise Stefanik por su gran y abrumadora victoria! ¡El Partido Republicano de la Cámara de Representantes está unido y el movimiento Make America Great Again [Que Estados Unidos vuelva a ser grande, en inglés] es fuerte!”. El expresidente tiene más motivos para celebrar. La decisión de apartar a la hija de Dick Cheney, vicepresidente con George W. Bush (2001-2009) es un aviso sin segundas lecturas de que el partido sigue abrazando el trumpismo.

Los conservadores tienen puesta la vista en las elecciones legislativas de medio mandato de 2022, donde quieren retomar el control de la Cámara de Representantes y el Senado. El hecho de que no toleren ninguna discrepancia en el partido sobre los supuestos fantasmas fraudulentos que esgrime Trump para decir que las elecciones le fueron robadas es porque consideran que su figura es la más potente para triunfar en los próximos comicios.

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