Otra noche de fantasía para Philadelphia 76ers que vio como el equipo se deshacía con relativa facilidad de Charlotte Hornets en un encuentro que se saldó con resultado de 127 a 112 para los del estado de Pennsylvania. La aportación coral de los de Philly no pudo ser igualada por Charlotte, que suma su cuarta derrota.
En los Sixers volvió a brillar la rotación de Doc Rivers, corta pero efectiva. Seis jugadores superaron la veintena de minutos y entre ellos anotaron 110 de los 127 puntos de la franquicia. Los 24 tantos de Tobias Harris, sumados a 9 rebotes, 6 asistencias, 4 robos y 3 tapones, lideraron el camino para la quinta victoria del curso.
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Harris no estuvo solo. Joel Embiid aportó un doble-doble de 19 puntos y 14 rebotes y Ben Simmons sumó otro triple-doble a su curriculum, al lograr 15 tantos, 12 rebotes y 11 asistencias. El big-three de los Sixers lideró un placentero triunfo que no hace sino confirmar el gran estado de forma del equipo.
En Charlotte la historia fue bien distinta. Terry Rozier tuvo una de sus noches de gracia pero no fue suficiente para plantar cara a unos Sixers envalentonados. El base terminó con 35 puntos y una gran carta de tiro (12-18 en lanzamientos de campo, 7-11 en triples) pero su -19 en cancha lastró al equipo durante muchos tramos del encuentro.
Estuvo arropado tan solo por Gordon Hayward, que finalizó con 20 tantos y fue la otra fuente de puntos para un quinteto titular que, a excepción de Rozier, apenas anotó 15 de sus 40 lanzamientos a canasta. Los Hornets van a tener que trabajar más en su creación de juego si quieren optar a ganar partidos.
El partido estuvo roto desde el primer cuarto, que con un parcial de 39-24 favorable a Philadelphia dejó claro el curso que iba a seguir el encuentro. Ni los Hornets fueron capaces de recortar distancias ni los Sixers quisieron hacer más sangre. La diferencia inicial resultó la final y se tradujo en el quinto triunfo del año para Philly.
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En el caso de Charlotte, el de anoche fue el cuarto encuentro saldado con derrota para los de Borrego en apenas seis partidos. Los Hornets siguen sin dar con la tecla y tienen una rotación cortísima que no les da opción a realizar demasiados cambios.
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