Llegaban muy contentos los Houston Rockets de Usman Garuba a San Antonio después de ganar a los Philadelphia 76ers el lunes tras dos prórrogas (132-123) en la vuelta de James Harden a las pistas pero el efecto de tan prestigiosa victoria quedó diluido anoche en la cancha de los San Antonio Spurs (118-109), en el duelo por el farolillo rojo de la Conferencia Oeste, compartido ahora por ambas franquicias con un balance de 7-18. Garuba se quedó sin anotar en los 10 minutos que jugó desde el banquillo tras fallar sus dos tiros de campo pero aportó 4 rebotes y 1 robo.
“Nadie va a sentir lástima por nosotros. Nadie nos cogerá la mano ni nos mimará. Esto es la NBA”. No pudo ser más claro Keldon Johnson, artífice el joven alero de 23 años de la victoria de los Spurs con sus 32 puntos (14/21 en tiros). El equipo de Gregg Popovich encadenaba 11 derrotas consecutivas tras un inicio más que digno (6-7) y era necesario que alguien levantara la voz para acabar con la depresión del equipo de Texas.
Tre Jones, otro de los ‘cachorros’ de Popovich que está ofreciendo un buen nivel esta temporada, secundó a Johnson con 26 tantos (10/16 en TC), mientras que el mejor partido del número 3 del draft desde que empezara su andadura en la NBA, Jabari Smith Jr. (23 puntos y un 9/13 en lanzamientos), fue estéril para Houston, en el que Alperen Sengun registró un nuevo doble-doble con 16 tantos y 11 rebotes. Jalen Green (14) y Kevin Porter Jr. (12) no apuntaron con mucha precisión anoche, con series de tiro de 5/17 y 5/16.
Johnson es una de las piezas esenciales en la reconstrucción de San Antonio, ralentizada con la salida de Dejounte Murray a los Hawks. Los Spurs, eliminados en el play-in la pasada temporada, ven lejos ya su época de esplendor con el anillo de 2014 como el último de la dinastía Tim Duncan – Tony Parker – Manu Ginóbili y de la franquicia y ahora necesita, más que nunca, jóvenes con el talento y, no menos importante, el carácter de Keldon Johnson.