Casi cinco meses después de su dolorosa derrota por 33 puntos en el séptimo partido de las semifinales de conferencia de los playoffs 2022 de la NBA contra los Dallas Mavericks, los Phoenix Suns volvieron a revivir esa pesadilla ante su público durante el estreno de pretemporada contra los Adelaide 36ers, equipo de la primera división australiana (NBL). El triunfo visitante por 124-143 significó la primera victoria de un equipo foráneo sobre un conjunto de la NBA desde 2016. En esa ocasión, el Real Madrid ganó a los Oklahoma City Thunder con un tal Luka Doncic en plantilla.
El testigo del esloveno, la pesadilla de la franquicia de Arizona en la pasada postemporada, lo recogió un exjugador de la G-League y la Universidad de Memphis, Craig Randall. Autor de 35 puntos con una serie de 13 de 21 en tiros de campo, incluidos 9 de 17 en triples, el escolta acribilló a los Suns ante su atónito público.
No estuvo solo, ya que Robert Franks se lució también con 32 puntos y un 6 de 10 desde la línea de tres. Entre ambos, se combinaron para anotar 67 puntos y 15 triples de 27 intentos, una auténtica burrada. Y más si tenemos en cuenta que los 36ers juegan habitualmente con la línea de triple en distancia FIBA, sensiblemente más cerca del aro.
Cameron Payne lideró a Phoenix con 23 puntos, mientras que Mikal Bridges y Deandre Ayton añadieron 22 cada uno. Jugaron todos los titulares y Devin Booker aportó 13. Chris Paul repartió 12 asistencias, viéndose superado por Mitch McCarron, que asistió en 16 ocasiones para los aussies. Adelaide no es, precisamente, uno de los grandes equipos de la liga australiana. El curso pasado fueron séptimos de diez equipos en la tabla con un balance de 10 victorias y 18 derrotas. En la última década, los equipos de la NBA tan solo han perdido cinco veces contra rivales de otras competiciones.