Los títulos más innovadores para afrontar los retos de la medicina del futuro

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Cada día, millones de personas en todo el mundo toman medicamentos que no les producen el efecto buscado. En Estados Unidos, los diez fármacos más vendidos ayudan a entre el 25% y el 4% de los pacientes que los toman, dependiendo del medicamento. Así lo contaba en 2015, el profesor de la Universidad de California y experto en biología humana, Nicholas J. Schork, en un artículo en la revista científica de referencia internacional Nature.

Su objetivo era poner el foco en la ineficacia del tratamiento de muchas enfermedades y la necesidad de abordar el proceso de manera más individualizada. Algo que muchos científicos ya estaban investigando y que se conoce como medicina personalizada y de precisión.

Estos avances forman parte de la gran tendencia que marcará el futuro y que los expertos denominan medicina de las cuatro P, por la letra inicial de cuatro adjetivos que la describen. A la personalizada, también conocida como genómica, se le suman la medicina predictiva, capaz de predecir el riesgo de padecer determinadas enfermedades; la preventiva, que aplica medidas para retrasar o eliminar la aparición de esas dolencias previstas, y la participativa, que implica al paciente en el proceso de toma de decisiones para empoderarlo durante su tratamiento. Hay quien añade una quinta P: la medicina poblacional, que aúna las cuatro anteriores para construir un sistema sanitario más eficiente que proporcione una atención de calidad a toda la población.

El biofinformático Manuel Corpas, fundador de la empresa de análisis genéticos Cambridge Precision Medicine, spin-off de la incubadora de la universidad británica, señala que el origen de este cambio se encuentra en el descubrimiento de que la genética desempeña un papel principal en la salud. “Hoy sabemos que provee y regula las funciones moleculares de la célula y condiciona entre un 30% y un 70% la probabilidad de padecer ciertas enfermedades, especialmente las hereditarias”, comenta este experto.

La revolución en el abordaje de los tratamientos no habría sido posible sin la llegada de la digitalización como herramienta fundamental de todo laboratorio biomédico.
La revolución en el abordaje de los tratamientos no habría sido posible sin la llegada de la digitalización como herramienta fundamental de todo laboratorio biomédico.iStock

Esa información contenida en el ADN que heredamos de nuestros progenitores, de acuerdo con Corpas, la que determina el riesgo de padecer la mayoría de las enfermedades complejas que suponen la principal causa de muerte en los países ricos: “Las neurológicas como alzhéimer y párkinson, las cardiovasculares, las metabólicas como la diabetes y el cáncer”, enumera. Aunque también abre vías para averiguar cómo afectan otras patologías, como las infecciosas. Precisamente, Corpas lidera una investigación con pacientes españoles para averiguar cómo influye la genética en la probabilidad de padecer covid-19 con síntomas severos. Un proyecto del que muy pronto, asegura, se conocerán los resultados.

Esta revolución en el abordaje de los tratamientos requiere de profesionales sanitarios familiarizados con la informática, pues el cambio de paradigma no habría sido posible sin la llegada de la digitalización como herramienta fundamental de todo laboratorio biomédico. Corpas explica que hoy se cuenta con sensores que recogen información de los procesos físicos humanos y los transmiten rápidamente a cualquier parte del mundo para obtener diagnósticos. Además de procesadores capaces de manejar grandes cantidades de datos, como los millones de elementos del ADN, a través de técnicas de big data y de inteligencia artificial para desentrañar los secretos del genoma humano.

“Aquellos que sean capaces de lidiar con la inteligencia artificial y el análisis de datos gozarán de mayor potencial de desarrollo en su carrera”, puntualiza Corpas, que dirige el curso de Experto Universitario en Genética Clínica y Medicina Personalizada de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), un centro de educación superior en línea. Otros perfiles, como los bioinformáticos y los ingenieros, también ocuparán un lugar importante para desarrollar la tecnología que permita avanzar en este cambio.

Este tipo de programas académicos está dirigido a todos estos profesionales que buscan formarse en los conceptos fundamentales de la genética y la bioinformática, en las técnicas de producción de datos y de interpretación para el diagnóstico y su aplicación, así como en las implicaciones éticas, legales y sociales.

Así se estudian las Ciencias de la Salud en una universidad en línea

Octavio Corral, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de UNIR, aplaude las posibilidades que la naturaleza de la formación en línea abre para que los estudiantes desarrollen habilidades relacionadas con la tecnología. “Queremos estar en esta transformación digital de la sanidad, por eso actualizamos nuestros títulos y nuestros programas para ofrecer lo que la sociedad nos demanda o nos va a demandar a corto plazo”, especifica.

Octavio Corral, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de UNIR.
Octavio Corral, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de UNIR.

Los títulos de Ciencias de la Salud, sin embargo, suponen un reto para las universidades 100% en línea, pues tienen un componente práctico ineludible. Normalmente, los alumnos a distancia están dispersos por el territorio, lo que complica su acceso a instalaciones en las que puedan desarrollar prácticas presenciales. Por eso en UNIR han buscado una fórmula híbrida con clases teóricas por internet y prácticas en centros sanitarios. “Este sistema es muy demandado porque permite conciliar vida profesional y personal con la académica y las prácticas presenciales brindan posibilidades de socialización para no quedarse aislado en casa”, argumenta el director.

La universidad cuenta con 1.300 convenios con grupos hospitalarios, consejerías de Salud de varios gobiernos autonómicos, ayuntamientos, empresas del sector de la salud, colegios profesionales y asociaciones científicas. También con centros sanitarios de países de Latinoamérica donde UNIR tiene presencia, como Ecuador.

El estudiante ecuatoriano Francisco Borja Ponce, de la Facultad de Ciencias de la Salud de UNIR, durante sus prácticas en una clínica de su país para el máster Universitario en Dirección y Gestión Sanitaria.
El estudiante ecuatoriano Francisco Borja Ponce, de la Facultad de Ciencias de la Salud de UNIR, durante sus prácticas en una clínica de su país para el máster Universitario en Dirección y Gestión Sanitaria.UNIR

Un modelo híbrido para formar optometristas y expertos en deporte

Los alumnos del grado en Óptica y Optometría y del máster en Salud Visual y Optometría Avanzada de CUNIMAD, un centro en línea adscrito a la Universidad de Alcalá de Henares, que pertenece al grupo Proeduca, del que también forma parte UNIR, realizan sus prácticas en establecimientos de la red de ópticas Afflelou España. De esta forma, los estudiantes, que se encuentran en cualquier parte de España, pueden elegir el centro óptico más cercano de entre los 30 que cuentan con tutores autorizados. Eva Ivars, consejera delegada de Afflelou España destaca que este método, innovador en el país, permite que los futuros profesionales no tengan que cambiar de ciudad para obtener un título. “Si vives en Sevilla, puedes hacer tus prácticas allí, lo que multiplica las oportunidades de estudio”, relata.

En el máster en Cuidados Paliativos Pediátricos, un posgrado pionero y referente en su campo, los estudiantes se forman a distancia desde cualquier parte y hacen las prácticas en un hospital de su región, donde, una vez que acaban, montan una unidad de cuidados paliativos para niños. “Es una de las disciplinas más duras de la medicina, pues se trata, cuando ya no hay más opciones terapéuticas, ofrecer al menor la mejor calidad de vida”, expresa Corral.

Alumna española del máster en Nutrición, Obesidad y Técnicas Culinarias de UNIR, durante sus prácticas en un laboratorio.
Alumna española del máster en Nutrición, Obesidad y Técnicas Culinarias de UNIR, durante sus prácticas en un laboratorio.UNIR

Ciencia y deporte, un campo con muchas posibilidades

Recientemente UNIR ha obtenido, además, la verificación por parte de Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) y del Consejo de Universidades para impartir el grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte en formato semipresencial, cuyas prácticas deportivas se realizarán en instalaciones deportivas municipales. 

Esta universidad, además, ha puesto en marcha varios títulos en el ámbito de la salud y el deporte en colaboración con el Atlético de Madrid. La Facultad de Ciencias de la Salud ofrece el máster en Coaching y Psicología Deportiva, el Experto Universitario en Nutrición Deportiva, y la Mención en Educación Física, en los que participan varios profesionales que han llevado al club madrileño a lo más alto, como José María Villalón, jefe de los servicios médicos del Atlético.

Octavio Corral, director de la facultad destaca el valor del proyecto: “Se trata de un acuerdo muy interesante entre instituciones que va a beneficiar a todos y, especialmente a los alumnos”. Estos contarán con una formación en línea con una de las empresas deportivas más importantes del país. El acuerdo no solo afecta a los títulos de Salud, también se extiende al ámbito de los negocios con el posgrado y el MBA en Dirección y Gestión Deportiva.


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