Lucha noruega por el trono de la Premier League

Lucha noruega por el trono de la Premier League

La pelea por la Premier League es cosa de dos: por un lado, el Arsenal dirigido por Mikel Arteta y liderado por Odegaard. Por otro lado, el Manchester City con Pep Guardiola al mando y Erling Haaland como jugador más determinante. La lucha noruega en el césped y española en los banquillos ha llegado a Inglaterra.

Martin Odegaard es un futbolista resiliente, que se crece ante las adversidades y que ve en cada reto una oportunidad. El noruego ha explotado definitivamente con 24 años y tiene al Arsenal líder la Premier. Ya acumula 7 goles y 5 asistencias en 15 partidos de liga, unos números que ya superan los de las 38 jornadas del curso pasado. Una auténtica salvajada. En el Real Madrid ya se tiran de los pelos por haberlo vendido en su día. 

Por su parte, Haaland, en su primer año como jugador ‘citizen’ suma 21 goles y 3 asistencias en 15 encuentros. Lo del período de adaptación no va con él. Es un futbolista de presente, futuro y que ve la portería más grande que el resto de los humanos. Con su llegada el City dio un salto de calidad y todavía era más favorito para revalidar el título. A una plantilla de ensueño se le sumaba uno joven de 22 años que dentro del área es infalible.

Sin embargo, nadie contaba con que un compatriota y amigo suyo se pudiera convertir en su peor pesadilla.

El Arsenal es líder porque Odegaard está siendo el MVP de la primera vuelta. Juega y hace jugar, deja rivales por el camino con sus conducciones, llega al área para marcar goles y también asiste. Tiene las llaves del equipo y decide si toca arrancar o frenar. Arteta la dio la capitanía y él la está asumiendo con responsabilidad, disfrutando de la presión y liderando a sus compañeros. 

El City ha encontrado en su nueva estrella una manera más rápida y directa de generar ocasiones y marcar goles, pero está olvidándose de dominar los partidos como antaño. La presencia del killer hace que inconscientemente sus compañeros le busquen demasiadas veces y no se maduren lo suficiente las jugadas. Eso deriva en que el rival se cansa menos, contragolpea más y también lo tiene más fácil para defender. 

El equipo de Mikel juega de memoria y el de Pep ha de reestructurar todo su engranaje para dar encaje definitivo a su nueva pieza. Gane quien gane la liga, lo único seguro es que ahora son rivales, pero en la selección serán compañeros y los adversarios sufrirán su talento. Noruega está de enhorabuena, el futuro está asegurado. 




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