Luis Alberto García Pacheco (Barranquilla, 20 de marzo de 1998), conocido futbolísticamente como Lucho García, es un prometedor guardameta que este curso ha dado buena cuenta de ello en la Ponferradina y también un gran tipo consciente de lo importante que es ser amable con el prójimo. De todo lo futbolístico y de lo personal habló recientemente con Mundo Deportivo.
Finalizada la temporada, ¿qué balance hace del curso?
A nivel colectivo ha sido increíble estando gran parte de la temporada en zona de ‘playoff’. El equipo ha rendido a un nivel espectacular
¿Qué faltó en el tramo final para entrar en el ‘playoff’?
Todos los equipos pasan buenas y malas rachas y en la segunda vuelta nos costó un poco mantener la portería a cero. Pero nos tenemos que quedar con que hemos luchado todo la temporada en un año bonito como era el del centenario de la Ponferradina.
Ha sido el año de su debut en Segunda. ¿Ha notado mucho el cambio de nivel?
Sí se nota en cuanto a la toma de decisiones, uno tiene que estar mucho más atento. En ese aspecto he aprendido muchísimo en la portería de la Ponferradina y he crecido muchísimo.
Tiene contrato hasta junio de 2023. ¿Su expectativa es seguir este año en la Ponferradina o está abierto a otras ofertas?
Yo ahora mismo solo pienso en la Ponferradina y si pasan otras cosas se encargarán mis agentes. Yo estoy contento, soy un portero joven y creo que voy por buen camino.
Usted nació en Colombia pero llegó a España con 3 años. ¿El fútbol siempre ha formado parte de su vida?
Desde que tengo memoria, me encanta el fútbol. No tengo un recuerdo desde que llegue a España que no sea jugando al fútbol.
¿Siempre como portero?
Sí, siempre era el más alto del equipo así que…(risas).
Lucho García, portero de la Ponferradina
Jugó en la cantera del Real Madrid. ¿Con quién coincidió allí?
Con Achraf Hakimi, Óscar Rodríguez y Dani Gómez, entre otros.
Ha estado en Real Madrid, Rayo Vallecano, Sevilla, Deportivo y Ponferradina.
Sí, y en todos los sitios me he sentido muy a gusto. De ningún sitio me he ido mal y guardo buenos recuerdos.
¿Qué tipo de portero es Lucho García?
Soy atrevido y me gusta evitar acciones de gol. Y siempre estoy muy pendiente a la hora de intentar ayudar a mis compañeros lo máximo posible.
Y celebra mucho las paradas.
Sí, para mí es muy importante. Una parada en un momento importante es como un gol. Si nos meten gol, no sirve de nada que nosotros los hagamos.
¿Cuál es el mejor partido de su carrera hasta la fecha?
Ha habido varios, pero me quedaría con uno con Colombia Sub-20 ante Brasil. Fue un partido en el que tuve mucha confianza. Y además les eliminamos.
Internacional con Colombia en categorías inferiores. ¿Piensa en la absoluta?
Sí, es uno de mis objetivos a medio plazo. Ahora lo importante es asentarme en el fútbol profesional, pero sí que es uno de mis sueños. Hay que trabajar mucho para que eso llegue.
Lucho garcía, portero de la Ponferradina
¿Qué ídolo tenía de pequeño?
Varios. Petr Cech, René Higuita, Manuel Neuer y Gianluigi Buffon. Esas eran mis referencias.
¿A quién le gustaría pararle un penalti?
A nadie en particular, pero a un especialista que nunca hubiese fallado uno.
Fue protagonista de una iniciativa que consistió en cambiar guantes por peluches. ¿Cómo fue exactamente?
Cuando estaba en el Rayo, mi salario no me daba para ir a Colombia en Navidad. Mi compañero Bruno Zuculini me regaló un viaje a Colombia con mi madre y me dijo ‘no me debes nada, simplemente te dejo esta semilla para que tú algún día se la siembres a otra persona’. Y en base a esa idea el año pasado compré 50 pares de guantes para cambiarlos con niños por juguetes para otros niños que no tuvieran recursos. Como mensaje quise dejarles que hay que estar agradecidos con la vida y ayudar a los demás.
Y además tiene una Fundación, ¿verdad?
Sí, mi padre es el presidente y quien lleva todo. Ayudamos a chicos de varios países, sobretodo de Colombia, a conseguir los papeles para poder estudiar y jugar a fútbol aquí. Lo importante es que tengan esas oportunidades.
La última. ¿Dónde se ve en cinco años?
En un sitio en el que tenga paz, que esté jugando y representando a mi país. A mí me gusta trabajar, nunca me voy a rendir y sé que con esa actitud siempre llegan las cosas.