Luis Alfonso Espino: “Mejor un voleón que arriesgar un pase”

Espino lanza a puerta en el partido jugado ante la Real Sociedad en Cádiz.
Espino lanza a puerta en el partido jugado ante la Real Sociedad en Cádiz.AFP7 vía Europa Press / Europa Press

Luis Alfonso Espino (San Jacinto, Uruguay; 1992) atiende a este medio por teléfono justo después de recoger a su hija del colegio. El lateral zurdo disfruta de Cádiz y con el Cádiz desde su llegada a Andalucía en enero de 2019. “Estoy más que adaptado a esta ciudad. Un sitio perfecto para vivir”, afirma un futbolista que participó en el ascenso de 2019 y fue parte importante en la temporada que hizo el club andaluz para mantenerse en Primera igualando la mejor clasificación histórica de la entidad (12º puesto).

El Cádiz recibe al Barcelona (22.00 horas, Movistar LaLiga) después de lograr su primer triunfo liguero, ante el Celta (1-2). Espino anotó el 1-2. Lleva ya dos tantos este curso. Es el máximo goleador del equipo junto a Álex Fernández y el único que ha jugado todos los minutos en las cinco jornadas. Con asma crónica, el defensa destaca por su físico imponente y el número de balones que recupera para el Cádiz (12 según las estadísticas de LaLiga y el segundo en este apartado antes del inicio de esta jornada intersemanal).

Espino, a sus 29 años, dio un salto tardío el fútbol europeo desde uno de los grandes de Uruguay, Nacional. “La verdad es que todo en mi carrera fue tardío. Siempre hice las cosas algo tardías. Debuté con 22 años en la Primera de Uruguay y me vine a Cádiz con 27”, aclara el lateral zurdo, quien trata de explicar el éxito de un equipo como el andaluz, entrenado por Álvaro Cervera para afrontar un año donde intentará consolidarse en Primera. “Nuestra principal arma es el gen competitivo que tenemos. Todos estamos en la misma sintonía con el cuerpo técnico y con el club”, subraya Espino, perfectamente integrado en la filosofía de juego de su entrenador.

El Cádiz ganó el otro día en Vigo con un 22% de posesión. Con siete remates por 14 del Celta. “Nuestras armas son las que son. Somos muchos mejores saliendo a la contra que teniendo la pelota. Nuestro fútbol se desarrolla sin el balón para luego robarlo y salir al contragolpe. En este Cádiz, todos tenemos muy claro lo que somos y lo que quiere el míster”, asevera Espino, quien reconoce que su entrenador cuestiona al futbolista que hace cosas que no debe. “No se trata de que el míster nos prohíba hacer cosas con el balón. El tema es que a veces hacemos cosas para las que no estamos preparados y el rival nos castiga. Eso enfada mucho a Álvaro. El Cádiz, para ganar un partido, debe correr más que el otro equipo. Y a partir de ahí… Lo que no quiere el míster es perder un balón donde el rival nos pueda crear peligro. Ante la duda, es mucho mejor pegar un voleón que arriesgar un pase”, aclara.

Araujo, un “animal”

Espino fue titular en los dos partidos que el Cádiz jugó la pasada ante el Barcelona. Los andaluces ganaron en casa (2-1) y lograron un empate en el Camp Nou (1-1). “El año pasado hicimos dos grandes partidos ante el Barcelona. Ahora ya todos nos conocen un poco más después del efecto sorpresa que tuvimos el primer año. Creo que es una gran oportunidad para lograr nuestro primer triunfo en casa. Es un buen momento para poder sacarle algo al Barcelona, que es un equipo que está en un proceso de cambio, que siente la ausencia de grandes jugadores. Si el año pasado les ganamos con Messi, ahora podemos repetir”, afirma Espino, impactado por la actuación de su compatriota Araujo ante el Granada: “¿Qué puedo decir de Ronald? Es un animal, un portento físico con el que ya me encontré en Uruguay”.

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Espino es un amante del fútbol. En Uruguay entrenó equipos de juveniles y, consciente de sus limitaciones técnicas, se ha adaptado a competir en una Liga que le ha impactado por la condición técnica de sus futbolistas.

“Aquí todo el mundo tiene un buen pie, todo el mundo juega muy bien con la pelota. Los controles son todos buenos, los pases son muy buenos y es muy complicado robar la pelota. En Uruguay se juega mucho menos y allí todo es aguerrido, muy rústico. La cultura táctica que he visto en el fútbol europeo es enorme. En Suramérica todo se basa en destruir al rival. Yo tengo que usar mis condiciones físicas para ser competitivo. Quizás el estilo que tiene el Cádiz es ideal para mí”, apura Espino.

“Los jugadores del Barcelona tienen todos un buen pie. Y un jugador que me gusta mucho es Depay. Un jugador terrible, de enorme potencia”, cierra el lateral uruguayo.

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