Luis Piedrahita: "El descontento viene de serie en el ser humano"

Luis Piedrahita: "El descontento viene de serie en el ser humano"

Más de veinte años haciendo humor. Luis Piedrahita cuenta con una larga carrera en el mundo del espectáculo, haciendo reír a centenares de personas con su humor ingenioso y blanco, que le ha llevado a recorrer no solo la geografía española, sino también parte de Latinoamérica.

Ahora, el también colaborador de ‘El Hormiguero‘ está volcado en ‘Es mi palabra contra la mía‘, su último monólogo que se puede ir a ver del 17 al 19 de junio en el Teatre Borràs de Barcelona. Sobre este espectáculo ha hablado con Mundo Deportivo.

P. ‘Es mi palabra contra la mía’ va del inconformismo de la gente, del hecho de no estar contento con lo que se tiene. ¿Por qué este tema?

R. El humor nutritivo utiliza el descontento como materia prima. Usufructúa la angustia, el sufrimiento y nuestras mierdas para lograr un chispazo de felicidad. El humorista genuino, discúlpenme el improperio, come mierda para intentar excretar después una florecilla. El problema es que muchas veces no te sale la florecilla y te quedas solo en lo de comer mierda.

Luis Piedrahita presenta su monólogo ‘Es mi palabra contra la mía’ en Mundo Deportivo.

Danimantis

¿Qué van a ver las personas que asistan a su espectáculo?

Es un espectáculo de risa. De mucha risa. Es de tanta risa que se recomienda venir orinado de casa para no tener un incidente en las butacas. Es un espectáculo transgresor. Muy transgresor. Un espectáculo tan transgresor que por mucho que lo intenta no consigue ofender a nadie.

Usted afirma que este espectáculo es muy superior a ‘Las amígdalas de mis amígdalas son mis amígdalas’ y ‘El castellano es un idioma loable, lo hable quien lo hable’. ¿Por qué?

A mí es el show que más me gusta y dado que esa nota la escribí yo, el misterio queda resuelto. Entiendo que pueda parecer una nota imparcial, ya que yo soy el padre de la criatura. Pero no soy el único que piensa así. Mi madre también opina lo mismo.

¿Por qué cree que la gente nunca termina de estar contenta con lo que tiene?

Cualquier persona -alta, baja, guapa, fea, autónoma o asalariada- cambiaría todo lo que tiene por un poco más. El descontento viene de serie en el ser humano y la felicidad la guardamos en bolsillos con agujeros. Cuando somos pequeños queremos ser mayores y luego, cuando somos mayores, querríamos volver a ser unos chavales.

Pero bueno, no es malo. Esa cucharadita de descontento nos hace progresar. Si fuéramos plenamente dichosos 24/7 no moveríamos un dedo para nada. Un día uno no está contento porque tarda mucho en atravesar el Atlántico o le cuesta introducirse una videocámara por el recto pero, al día siguiente, inventa la aviación civil o la colonoscopia con sedación.

Luis Piedrahita presenta su monólogo 'Es mi palabra contra la mía' en Mundo Deportivo.

Luis Piedrahita presenta su monólogo ‘Es mi palabra contra la mía’ en Mundo Deportivo.

Danimantis

Tiene una trayectoria de más de veinte años en el mundo de la comedia y durante este tiempo, la manera de hacer humor ha ido cambiando. ¿Cómo se ha adaptado a los nuevos tiempos? ¿Es difícil reinventarse?

Actualizarse, como bien nos han enseñado nuestros teléfonos móviles, es mejorar a peor. Cuando el teléfono te pregunta: ‘¿Desea usted actualizar la versión del sistema operativo?’. La respuesta nunca es: ‘¡Claro que lo deseo!’.

Uno actualiza porque sino, no le dejan seguir. Pero, en ocasiones, esa actualización es una mejora a peor. Con los artistas sucede algo parecido. Reinventarse es inevitable. Sucede, aunque uno no quiera. Si uno está vivo le cambia tanto la voz como la forma de pensar. El cuerpo se va actualizando. 

En estos veinte años han cambiado muchas cosas, entre ellas yo. El humor que yo hacía al principio es muy distinto del que hago ahora, pero hay algo que sigue siendo igual. Hay un rasgo rastreable que se ha mantenido. Es algo parecido a un cariño hacia el lenguaje y una apuesta por la belleza como la mayor transgresión. Creo que si intentara cambiar eso sería un error.

Su humor siempre ha tenido como protagonista las pequeñas cosas de la vida. ¿Qué tienen estas que resulte tan inspirador?

Las cosas pequeñas son una metáfora humorística adecuada para hablar de los grandes temas. El humor vive en lo inesperado y busca, de alguna manera, provocar una sorpresa intelectual. Si uno dice que va a hablar de los grandes temas y, efectivamente, habla de los grandes temas poca sorpresa se consigue. Por eso me gusta hablar de los agujeros en los bolsillos, porque todo el mundo sabe que hablar de los agujeros en los bolsillos es hablar de una ausencia inminente y eso, como no puede ser de otra manera, es hablar de la muerte.




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