Machín ya empieza a imprimir su sello en el Alavés

Pablo Machín no quiere perder ni un segundo. Desde el primer día, ya ha comenzado a imprimir su sello en el Alavés. En unas sesiones en las predomina el trabajo físico, ya ha aprovechado para introducir las primeras pinceladas de su libro de estilo. Cuenta con un estilo muy marcado y necesita que sus nuevos pupilos lo asimilen cuanto antes.

El soriano es fiel a sus ideas y abraza el 1-3-5-2 que le llevó a triunfar en el Girona. Desde que llegó al conjunto catalán, en marzo de 2014, encontró todos los factores necesarios para triunfar. Primero le salvó del descenso sumando 21 de 39 puntos posibles en las trece últimas jornadas del curso 13-14.

Después, en las temporadas 14-15 y 15-16, le metió en el play off de ascenso para, en la 16-17, subirlo a Primera División por vez primera en la historia del club. Por último, logró la permanencia con suficiencia en su última campaña en Montilivi, la 17-18.

Ahora, tras sus proyectos fallidos en el Sevilla y en el Espanyol, llega de nuevo a un club modesto. Su deseo, formar una simbiosis con el Alavés en el año de su centenario que relance a ambos. Por ello, desde el primer minuto, quiere sentar las bases sólidas, que en primer lugar pasan por una correcta comprensión de su fútbol por parte de los jugadores.

Compenetración total

Jordi Balcells, su “persona de confianza”, tal y como el mismo Pablo Machín le definió, trabaja codo con codo junto a él; más aún en esta ocasión, ya que el que hasta ahora había sido su segundo, Jordi Guerrero, no le acompaña en esta aventura albiazul.

El de Lloret es un hombre muy metódico, hábil para conectar con el vestuario e inteligente a la hora de explotar las nuevas tecnologías en su faceta. Él y Machín planifican al milímetro cada sesión preparatoria. Ambos se conocieron en el Girona. Cuando el soriano llegó a Montilivi, se encontró con un profesional que había crecido en las categorías inferiores del club. Ambos se entendieron desde el primer momento.

Realizar una buena preparación física es ahora más importante que nunca. En un fútbol imprevisible que transita al incierto compás marcado por el coronavirus, el equipo babazorro no puede volver a vivir un hundimiento como el que estuvo a punto de costarle la salvación en el pasado curso. Así, Balcells trabaja a conciencia junto a los otros dos preparadores físicos del club, José Antonio Morga y Nenad Njaradi.

De este modo, la plantilla pone a tono sus músculos en unas sesiones en las que se combinan los circuitos físicos y el balón. Ahí es donde aparece el nuevo entrenador albiazul, que se esmera en dar instrucciones constantes a sus nuevos pupilos y en explicarles qué quiere de cada uno. “Sacrificio, trabajo y espíritu de equipo” son tres de sus premisas. “Jugar bien es jugar a lo que tú quieres, imponer tu idea de juego, tu propuesta”, indica en el encabezamiento de su cuenta de Twitter. Es su carta de presentación.

Reconocimiento

Pablo Machín llega respaldado a la capital alavesa por su trayectoria. Los futbolistas lo saben y se esfuerzan en abrazar su credo. “Es un entrenador reconocido; ha hecho cosas importantes en el pasado y llega con ambición, ilusión y ganas”, explica Víctor Laguardia, uno de los líderes del vestuario.

Es un entrenador reconocido; ha hecho cosas importantes en el pasado y llega con ambición, ilusión y ganas

“Creo que es un gran entrenador para el Alavés y su suerte será nuestra suerte”, afirma el central, que confía en “ver un gran equipo en este año tan especial para la afición, que tanto nos da cada día”.

Vive con “buenas sensaciones” el arranque de la pretemporada. “Llevamos pocas sesiones, pero ya empezamos a ver pequeños detalles de cosas tácticas, de las ideas nuevas del cuerpo técnico”, explica con el deseo de que el grupo “pueda acoplarse cuanto antes a su esquema de juego para vivir un gran año”.

Creo que es un gran entrenador para el Alavés y su suerte será nuestra suerte

Sin duda, no hay ni un segundo que perder. Por ello, Pablo Machín aprovecha cada ocasión para transmitir sus ideas y ya empieza a imprimir su sello en el Alavés del Centenario.


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