Madrid y Barcelona siguen incumpliendo los límites de contaminación del aire pese a la denuncia europea


El problema de polución por el que Bruselas denunció a España ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea hace casi un año persiste: Madrid y el área metropolitana de Barcelona siguieron incumpliendo en 2019 los límites legales de dióxido de nitrógeno, un contaminante muy vinculado a los vehículos de gasolina y diésel. Ambas zonas llevan incumpliendo la directiva europea que fija esos límites desde que entraron en esos valores en 2010. A las dos principales ciudades del país se le añade el área metropolitana de Granada como incumplidora también en 2019 de los límites de dióxido de nitrógeno, un compuesto nocivo para el hombre que causa dolencias respiratorias y del sistema circulatorio e inmunitario.

El cierre decretado para combatir la pandemia a partir de marzo de este año hizo que el tráfico en las ciudades y los niveles de contaminación se hundieran. “En estos momentos, esas tres zonas están dentro de los límites legales”, detalla Miguel Ángel Ceballos, de Ecologistas en Acción. “Pero la contaminación va repuntando”, advierte este especialista en calidad del aire. Ceballos teme que se esté ya “volviendo a las andadas” en las ciudades. La prueba será en otoño, cuando se espera que se recupere mucha de la actividad económica y las condiciones meteorológicas vuelvan a ser propicias para que se disparen las concentraciones contaminantes.

Los incumplimientos año a año de Madrid y Barcelona pueden terminar en una condena y sanción europea como ya ha ocurrido en otros casos, como el de la mala depuración de las aguas residuales, que ha supuesto para España la mayor multa europea de la historia. Normalmente, en estos procesos se juzgan dos momentos: los incumplimientos pasados y la persistencia de esos incumplimientos, por lo que se impone una multa fija y otra variable mientras el país siga sin acatar la directiva.

Aunque todavía faltan años para que el caso de la polución por dióxido de nitrógeno en estas dos ciudades españolas llegue a esa fase de condena y sanción, lo que sí demuestran los datos de 2019 es que las medidas puestas en marcha hasta ahora no han sido suficientes. “Madrid Central, que es una iniciativa muy buena, afecta a una superficie mínima”, señala Ceballos, que ha presentado este martes el informe anual de calidad del aire en España de Ecologistas en Acción. “Y la zona de bajas emisiones de Barcelona no ha entrado en vigor hasta este 1 de enero y, aunque la superficie es mucho mayor, es más laxa en cuanto a los vehículos a los que se permite circular”, añade.

En líneas generales, y pese al persistente incumplimiento de Madrid, Barcelona y Granada, en los datos de dióxido de nitrógeno se aprecia una mejoría en 2019, según el informe presentado este martes. Las zonas que incumplen la directiva europea han pasado de cuatro a tres, ya que la zona del Corredor del Henares sí respetó el año pasado esos límites. Pero Ecologistas en Acción también analiza otros contaminantes, como las partículas PM10 y PM2,5, el dióxido de azufre y el ozono troposférico. “El resultado global ha sido una ligera mejoría de la situación, con una menor población y territorio afectados por la contaminación”, apunta esta organización.

Ecologistas en Acción realiza en su informe una extrapolación de la población que se vio afectada en 2019 en España por un aire contaminado por dióxido de nitrógeno, partículas, dióxido de azufre y ozono troposférico. Si se toma como referencia la normativa de la Unión Europea, “la población que respiró aire contaminado por encima de los límites legales fue de 12,5 millones de personas, una cuarta parte del total, y 2,3 millones de afectados menos respecto a 2018″. Pero si se toman como referencia las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), bastante más estrictos que los umbrales legales europeos, la población afectada en España llegaría a los 44,2 millones de personas. Aunque supone un descenso de un millón de personas, el 94% de los habitantes del país sigue viviendo en zonas en las que en 2019 se incumplieron esas recomendaciones de la OMS.

La Agencia Europea del Medio Ambiente calcula que cada año se producen en España 30.000 muertes prematuras por enfermedades vinculadas a la contaminación del aire. Y, según un estudio del Instituto de Salud Carlos III, 10.000 personas fallecen en episodios de alta contaminación “como los registrados a finales de febrero y junio y a mediados de julio de 2019″, apunta el informe.


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