Los últimos serán los primeros, se suele decir. Magnussen siempre podrá usar esa frase para recordar lo ocurrido en la locura de clasificación que se disputó en Brasil hoy. Y si no, juzguen ustedes mismos: ¡Kevin Magnussen, con un Haas, logró este viernes la primera pole de su carrera en la F1! Ocurrió en Interlagos, en una sesión marcada por la lluvia intermitente, que originó un caos impredecible. Si el formato de Gran Premio hubiera sido el de siempre, esa emoción no hubiera aparecido este viernes en la pista brasileña. Pero el formato de GP era al sprint, es decir, con clasificación el viernes, carrera corta clasificatoria para el sábado y la prueba definitiva del domingo. Así, se pasó de las tandas largas de viernes, a ver vibrar al público local con una batalla contra el crono y las nubes en una pista deslizante en la que Kevin Magnussen y Haas se llevaron la sorpresa de sus vidas. El danés saldrá primero el sábado en la carrera al sprint ante Verstappen (2º), Russell (3º), Norris (4º), Sainz (5º), Ocon (6º) y Alonso (7º), con Leclerc en la 10ª plaza tras un grave error de su equipo.
El tiempo avisaba antes de la clasificación. Llovió justo antes de la Q1, pero las nubes daban una tregua a todos y a medida que avanzaba la sesión la pista se secó. Para no caer eliminado, la mayoría tenía que marcar un crono en su último giro debido a la mejora de la pista. Se volvió a repetir esta emocionante historia en la Q2. Pero la lluvia dejó lo mejor para el final.
El agua iba a aparecer de un momento a otro en plena Q3. Todos estaban avisados y debían ir a por el mejor tiempo en su primer giro. Se armó así un largo trenecito en el pit lane. Todos sabían que si no hacían un buen primer giro, la aparición del agua iba a arruinar sus aspiraciones. Se la jugaban a una carta. Se le apareció la Virgen al ‘vikingo’ Kevin Magnussen. O mejor, el Dios de la lluvia de la mitología nórdica, Freyr. Llegó para proponerle una hazaña que le permita reservarse un sitio al lado de Odín en el Valhalla. Al ser piloto de Haas, aprovechaba que su equipo terminó el último en el campeonato de 2022, lo que marca la posición de los garajes, para ser el más listo de la clase. Debido a ello, su garaje está ubicado en la parte final del pit lane. Sus ingenieros fueron rápidos y no desperdiciaron la ocasión para permitirse el lujo de ubicarse en la primera plaza en la cola que se formó ante el semáforo de la calle de boxes. Y en cuanto se apagaron las luces, el danés obró el milagro pilotando sin nadie delante, sin errores, para marcar un tiempo que le colocaba primero. Dio la vuelta de su vida. Y encima, por si alguien aún creía tener alguna opción cuando las nubes enfurecieron, George Russell le ponía la pole en bandeja con un accidente que paraba la sesión a falta de 8 minutos.
Los ingenieros de Haas no daban crédito. Estaba lloviendo cada vez más y la mayoría de los pilotos salían de sus coches. Hamilton lo intentó y salió a pista, pero estaba demasiado mojada y no podía mejorar. Kevin enloquecía esperando dentro de su coche a que la ‘qualy’ acabara mientras sonreía por nervios e incredulidad. Y a falta de dos minutos, se daba por hecho. Hamilton volvía a boxes y todos se resignaban por la oportunidad perdida. Todos menos uno, un Kevin que salía de su coche levantando las manos como si hubiera logrado un título, con todos sus mecánicos enloquecidos y gritando de alegría. Pasaron de ver como Mick Schumacher se hundía en la última posición en Q1, a ver como su piloto ‘vikingo’ lograba una de las más surrealistas que se recuerdan en años.
Leclerc, el gran perjudicado
Verstappen no dejaba de lamentar lo ocurrido porque sabía que esa pole había podido ser suya. Pero al margen de eso, el gran perjudicado fue Charles Leclerc. El monegasco podía haber peleado por la pole en condiciones normales, pero su equipo falló con un grave error en la elección de gomas final en Q3.
Todos salían con la goma blanda para ir a por un crono decisivo en los primeros minutos. Menos Leclerc, que puso la goma intermedia. Para colmo, tras su primera vuelta de calentamiento no entró a boxes. Su equipo le llamó cuando ya estaba en la línea de meta. Dio su giro, pero a 4 segundos del mejor crono de Magnussen. Volvía a boxes a poner los intermedios, pero empezó a llover. Sus esperanzas se habían hundido. Deberá remontar este sábado desde la 10ª plaza en la carrera al sprint.
Sainz, 5º; Alonso, 7º
Por su parte, Carlos Sainz fue 5º y deberá intentar remontar puestos en la ‘sprint race’ de este sábado para minimizar su pérdida en la parrilla del domingo, donde se le aplicarán 5 plazas de penalización por cambiar la cámara de combustión de su unidad de potencia.
Alonso, que había brillado en mojado en toda la clasificación, siempre en los primeros puestos cuando marcaba sus cronos, llegando a ocupar la primera posición en tres ocasiones, se tuvo que conformar con la séptima plaza final tras Ocon. El ovetense quiere sumar puntos en la carrera al sprint quedando entre los 8 primeros y buscará mejorar su posición de salida para la parrilla del domingo.