La expedición del Real Mallorca, tras conseguir la permanencia en Primera División al derrotar 0-2 a Osasuna en El Sadar de Pamplona, retornó a Palma en la madrugada del lunes, en un vuelo procedente de Vitoria. Antes de irse a descansar, el autobús de la expedición rojilla se detuvo en la plaza Juan Carlos I, llamada habitualmente ‘Plaza de las Tortugas’, y el grupo se retrató para inmortalizar un hecho que, sin ser comparable a un ascenso o a la consecución de un título, supone un gran “alivio” para el club isleño.
Poco antes de que saliera el sol de este lunes, con la plaza todavía oscura, solitaria y en silencio, presidente, directivos, jugadores, entrenadores, ayudantes y utilleros del Real Mallorca se hicieron “la foto de la permanencia”.
Minutos antes, unos quinientos aficionados con camisetas rojillas habían celebrado en el mismo escenario y en el bar-restaurante del Estadio de Son Moix, que el equipo jugará un año más en la élite del fútbol nacional. Una permanencia que se consiguió en la última jornada tras una temporada plagada de problemas, y que se celebró casi como la consecución de un título.