Manu Sánchez sigue a la espera de la confirmación de su cesión a Osasuna para la próxima temporada. Aunque el acuerdo es total entre los clubes, y también del canterano rojiblanco con la entidad rojilla, todo pasa porque el Atlético de Madrid dé el ‘OK’ definitivo a la operación.
Y eso pasa porque desde el Metropolitano cierren la llegada de Mathías Olivera, por el que están negociando con el Getafe. La petición inicial del club azulón era de diez millones de euros y la cesión de Víctor Mollejo, pero el Atlético trabaja para rebajar esa cantidad.
Volviendo a Manu, después de recibir su primera convocatoria con la selección española Sub-21 (no tuvo minutos ante Macedonia del Norte), el lateral regresará a Madrid y, salvo que el club decida lo contrario, comenzará la pretemporada a las órdenes de Simeone. Hasta que no se cierre la llegada de Olivera, no tendrá vía libre para salir. Algo que le puede perjudicar, teniendo en cuenta que el inicio de LaLiga está a la vuelta de la esquina y aunque Osasuna está al tanto de la situación, no quiere esperar eternamente.
El Atlético confía en Manu y cuenta con él para el futuro. Ya tiene contrato del primer equipo y la intención que tenían en el Metropolitano es la de ampliar de nuevo su contrato, revisado el año pasado, y que acaba en 2023.
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