Marc Gasol jugará en la LEB Oro con el Bàsquet Girona, el equipo que fundó y preside

Marc Gasol, durante su presentación como jugador del Bàsquet Girona en el pabellón de Fontajau.
Marc Gasol, durante su presentación como jugador del Bàsquet Girona en el pabellón de Fontajau.Agusti Ensesa

Presidente y jugador al mismo tiempo, ese es el reto sin precedentes en el deporte de élite que asume Marc Gasol en el Bàsquet Girona, el club que además fundó en 2014 y que compite en la Liga LEB Oro, la segunda categoría del baloncesto español. “Ha sido una decisión basada en el sentimiento, que va más allá de cualquier otra razón objetiva. La elección de Girona fue la primera y la única. Sé que no es típico, pero no soy una persona típica y tomo decisiones así. Es un mensaje de compromiso de la persona”, argumentó el número 33 que ahora competirá en el pabellón de Fontajau, donde juega el Bàsquet Girona y donde anunció su esperada decisión ante más de mil aficionados. “Vuelvo con la ilusión de devolver a la ciudad todo lo que me dio”, afirmó.

Después de triunfar en la NBA, en la selección española y en la Liga ACB, el pívot de 36 años cumple así el sueño romántico de algunas figuras del deporte que regresan en el ocaso de sus carreras al equipo de sus orígenes. Fue el caso reciente de su hermano Pau cuando, tras estar lesionado durante más de dos temporadas, y con 41 años, volvió a vestir la camiseta del Barcelona y de la selección española antes de retirarse en octubre de este año. Marc también se formó como jugador en el Barcelona, pero su carrera despegó en Girona, cuando fue cedido al Akasvayu en 2006. Allí, a las órdenes de Pesic una temporada y de Pedro Martínez otra, y junto a jugadores tan destacados como Fran Vázquez, Raúl López, Fucka y San Emeterio, jugó y triunfo durante dos temporadas en la Liga ACB antes de iniciar en 2008 su etapa en la NBA.

Desde hace años, el pívot de 2,13 metros expresó su deseo de devolver a Girona el cariño, la oportunidad y los medios que le proporcionó para triunfar en el baloncesto de élite. “La relación emocional y el vínculo que nos une es muy especial. Tienes la oportunidad de ir más allá de ser un jugador. Es un reto diferente, difícil, que me apetece mucho”, subrayó Marc. Añadió que no teme que se produzca un conflicto de intereses por su doble condición de presidente y jugador. “Cuando estoy en el entorno del equipo”, afirmó, “soy un jugador más, aportando tal vez experiencia”. El estreno de Marc será el 3 de diciembre, en Fontajau, en el partido correspondiente a la décima jornada de la LEB Oro contra el Peñas Huesca.

El Akasvayu, sepultado por las deudas, vendió en 2008 su plaza en la ACB, y el club recuperó su nombre original, el CB Sant Josep. Pero en abril de 2013 se disolvió por falta de recursos económicos. Un año después, Marc Gasol, que jugaba entonces en los Memphis Grizzlies, fundó un club en Girona, el embrión de lo que es ahora el Bàsquet Girona. El club empezó con cinco equipos, dos infantiles, dos cadetes y un júnior, y ahora cuenta con 20 equipos, el profesional en la LEB Oro, otro en la cuarta división, además de varios en categorías inferiores, baloncesto 3×3 y en silla de ruedas.

Marc cierra su carrera en la NBA, donde compitió durante 13 temporadas y disputó su último partido, el 3 de junio con los Lakers. En septiembre fue traspasado a los Memphis Grizzlies, el equipo con el que jugó sus diez primeras temporadas en la NBA, pero fue un mero trámite porque solo cinco días después rescindió su contrato para regresar a España. Anunció su retirada de la selección española en los Juegos Olímpicos de Tokio, tras el partido de cuartos de final ante Estados Unidos el 3 de agosto, y tras disfrutar de un descanso, volvió a entrenarse en Girona, donde reside actualmente.

Pese a que ha recibido varias ofertas, una de ellas de la Virtus Bolonia que entrena el seleccionador español, Sergio Scariolo, y a que Juan Carlos Navarro también le manifestó que el Barcelona consideraba la posibilidad de incorporarlo si apostaba por competir en Europa, Marc ha decidido volver a Girona. “No llegué a plantearme jugar en el Barça. Cuando acabé con la selección hubo un proceso personal. Primero, decidí que quería seguir jugando. Luego tuve que recuperar algunas sensaciones crónicas”, en referencia a algunos achaques físicos, dijo. “Me preparo con el equipo desde hace ocho semanas y media y eso me ha hecho coger cariño a los jugadores y entender la implicación de lo que se quiere hacer tanto desde la pista como desde el palco”.

El equipo gerundense ascendió a la LEB Oro en la temporada 2019-2020, un año después se clasificó en la 14ª posición. Ahora ocupa la 15ª plaza, con dos victorias y siete derrotas. Tras el penúltimo tropiezo, contra el Leyma Coruña (68-80), el Bàsquet Girona destituyó al entrenador, el exjugador Carles Marco. Jordi Sargatal dirigió al equipo de manera interina en el último encuentro, el domingo 21 de noviembre, que el Girona perdió ante el Gipuzkoa Basket (85-81).

El despegue

Marc llegó al Akasvayu en 2006 e inmediatamente después de que despegara su carrera cuando suplió en la selección española a Fran Vázquez, lesionado. Aprovechó la ocasión y se convirtió en uno de los jugadores más destacados en el Mundial que ganó España en Saitama, Japón.

Tras ganar con el Akasvayu la FIBA Eurocup, ser designado el mejor de la Liga ACB en 2008 y superar el récord de Arvydas Sabonis al ser nombrado MVP en 11 jornadas, inició su carrera en la NBA con los Memphis Grizzlies. Fue tres veces All Star (2012, 2015 y 2017), protagonizó el histórico salto inicial del All Star de 2017 en Nueva York con su hermano Pau, fue el Mejor Jugador Defensivo en 2013 y ganó el título en 2019 con Toronto Raptors. Promedió 14 puntos, 7,4 rebotes y 3,4 asistencias en 891 partidos de la Liga regular y disputó los playoffs en nueve temporadas. Con la selección disputó 191 partidos y ganó por segunda vez el Mundial, en 2019, y también los Eurobaskets de 2009 y 2011, y las medallas de plata en los Juegos Olímpicos de 2008 y 2012 y en el Eurobasket de 2007.

Rivaldo y Verón, entre los escasos precedentes

El caso de Marc Gasol no tiene precedentes en el baloncesto de élite. Algunas excepciones, en el fútbol, son las del brasileño Rivaldo y el argentino Verón. Tras un largo periplo en el Palmeiras, el Deportivo, el Barcelona, el Milán, el Cruzeiro, el Olympiakos y el Bunyodkor uzbeko, Rivaldo regresó a su país en 2010 para jugar en la Segunda División brasileña con el Mogi Mirim, el club donde se formó y del que entonces era el presidente. Su carrera prosiguió con breves etapas en el São Paulo, el Kabuscorp angoleño, y de nuevo en Brasil con el São Caetano. En enero de 2014, Rivaldo volvió al Mogi Mirim, donde llegó a jugar junto a su hijo Rivaldinho. Se retiró en 2015 cuando tenía 43 años.

Verón, con 41 años, firmó en diciembre de 2016 por el Estudiantes de La Plata, club en el que empezó en la élite, con el que ya había jugado en dos etapas y en el que finalmente ejerció como presidente y jugador al mismo tiempo. Disputó cinco partidos de la Copa Libertadores en 2017.

Varios jugadores de baloncesto, tras concluir sus carreras, han sido luego presidentes de clubes de élite, pero nunca al mismo tiempo. Algunos ejemplos son los de Jordi Villacampa y Juanan Morales en el Joventut, el de Josean Querejeta en el Baskonia y el de Predrag Danilovic, hace unos años en el Partizán de Belgrado. El caso más reciente es el de Tony Parker. El base que ganó cuatro títulos de la NBA con San Antonio Spurs entró en el accionariado del ASVEL Villeurbanne en 2009. En 2011, aprovechó el cierre patronal en la NBA para jugar siete partidos con el equipo francés. En marzo de 2014 se convirtió en el accionista mayoritario y cuatro meses después pasó a ser el presidente.

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