Marc Márquez era este domingo una de las personas más felices en Phillip Island. Su segunda posición en el Gran Premio de Australia le ha servido para regresar al podio un año después, tras pasar situaciones muy complicadas en los últimos meses. Por ello, el ’93’ no ha escondido en ningún momento que la celebración del podio iba a ser a lo grande.
Pocas victorias que se le hayan escapado le han dejado tan buen sabor de boca a Márquez como la de la segunda plaza de este domingo. Es su podio número 100 en MotoGP en el Mundial y lo ha logrado tras verse competitivo desde el principio y hasta el final. “Hacía mucho tiempo que no disfrutaba una carrera de esta manera. Contentos por estar en la lucha por la victoria hasta el final. Está siendo un camino duro pero nos da fuerzas para seguir trabajando. Con ganas de más”, explicaba Márquez tras la carrera.
No solo mostraba su alegría Marc con palabras en las redes sociales. El piloto del Repsol Honda regresaba a su box tremendamente contento tras su triunfo y entraba a él incluso demostrando sus dotes con el ‘perreo’. Después, a saltar con su equipo, a cantar, a marcarse unos bailes y a beber un poco de champán.
Muy sonriente en todo momento, Marc no ha perdido ni por un segundo su buen humor. En la atención a los medios de comunicación, Márquez se ha puesto a cantar con una sonrisa de oreja a oreja. El mensaje de la canción, muy claro: “Baby, no me llames que estoy ocupado. Esta noche se sale”. Tras meses complicados, Marc Márquez vuelve a sonreír.