Marcos Paulo es hasta la fecha el único de los fichajes realizados por el
Atlético
de
Madrid. El brasileño está viviendo las primeras semanas en el equipo rojiblanco, un sueño cumplido para él. De momento pelea por acostumbrarse a la exigencia física de la preparación del equipo rojiblanco. Para los nuevos nunca es fácil adaptarse a la metodología del Profe Ortega y los métodos del Atlético. La intensidad que se requiere en los entrenamientos colchoneros siempre sorprende a los nuevos. Y él no está siendo diferente en este sentido.
El fichaje colchonero tiene durante estos primeros días a Saúl
Ñíguez como uno de los que más le está ayudando. De momento, el ‘clan’ lusófono no está en los entrenamientos. Cuando lleguen los Lodi, Felipe y Joao Félix, seguramente acabe estando bajo su ala por simple afinidad cultural.
El caso es que el jugador vive un sueño y en su cabeza ya pasan partidazos como el que le puede enfrentar ante el Real
Madrid, si Simeone estima oportuno que juegue.
Un derbi que para él será especial puesto que más allá de la rivalidad que pueda haber con el cuadro blanco, que él todavía no puede atisbar, le servirá para medirse a dos buenos amigos. Y es que Vinicius y Rodrygo son dos de sus mejores amigos.
“Antes de iniciar la formación profesional hablé más con Vinícius
Júnior. Soy amigo de él y de Rodrygo. Vinícius siempre decía que era difícil (llegar a la elite), pero que nada era imposible. Me dijo que hiciera lo que siempre hice y que pasarían cosas. Cuando comencé a entrenar vi que podía llegar ahí”, explicó hace unos años en Globosporte. Curiosamente, al final los tres han acabado en la misma ciudad, en la capital de España. Eso sí, lo harán como rivales.
SUS ÍDOLOS Y EL SUEÑO DE EMLAR
El jugador está siguiendo los pasos de sus ídolos. “Todo jugador sueña con Europa. Como dije de Ronaldinho y de Neymar”, señaló hace un tiempo para destacar quiénes fueron sus referencias: “Siempre fue Ronaldinho Gaucho. Hoy admiro a Cristiano
Ronaldo, por su enfoque, y a Neymar, por su estilo de juego”.
Una admiración que le llevó, durante un tiempo en Fluminense, a celebrar los goles como lo hacía Neymar. El jugador copió varias celebraciones a modo de homenaje.
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