Markel Bergara: “Soy muy inquieto, se me va a hacer largo”

El exjugador de la Real, Markel Bergara (Elgoibar, 1986), reside en Madrid. No le ha quedado otro remedio que soportar la crisis del Covid-19 en la zona más castigada a nivel estatal. El guipuzcoano respira porque la agresividad del virus no ha golpeado a sus allegados. Repasa con sensatez el crítico momento que impera en la sociedad.

¿Cómo lo está viviendo?

Aquí todo empezó a suceder como unos dos días antes que allí, en Donostia o en Euskadi. El brote fue más fuerte en Madrid, se cerraron primero los colegios y me da la sensación de que nos tocará una cuarentena más larga.

Vive con su familia. ¿Les cogió desprevenidos el estado de alarma, lo veían venir?

Pues fue un proceso en el que empezaron a decirnos que aquí no iba a haber colegio en los 15 días siguientes y entonces empezamos a pensar en que igual lo mejor era irnos a Donosti. Fue empezar a organizar el viaje y ver que allí también estaban empezando a poner las mismas medidas. Fue cuando llegamos a la conclusión de que lo más recomendable era quedarnos porque estábamos en las mismas.

¿Fue un problema no poder venir?

Nuestra casa en Donosti es más grande, pero no teníamos la intención de visitar a los padres ni hacer nada de eso porque es el protocolo. Y para hacer lo mismo, nos dejamos de líos y nos quedamos en casa.

Las medidas son estrictas. ¿Se están respetando en Madrid?

Sí. Yo, por ejemplo, bajo cada dos días a hacer la compra y estoy viendo que se están respetando las reglas. Hay mucha vigilancia por la calle. Vivo en Majadahonda y sólo recuerdo una anécdota: había un hombre paseando por una zona tranquila y fueron dos policías corriendo para pararle. El control es muy grande. En los supermercados todo el mundo está obligado a ponerse guantes y en general la cosa está muy, muy seria.

¿Cómo lleva tener familiares en Donostia, a distancia?

Aunque hubiéramos ido, teníamos claro que no les íbamos a visitar por lo delicada que está la situación. La única forma de revertirla es acatar las pautas, así que realmente, estar en Madrid o en Donosti en lo mismo: hoy en día, con las videollamadas y todos esos avances, se soluciona el problema.

¿Cómo está sobrellevando usted el confinamiento?

Pues la verdad es que lo llevamos bien por ahora. Intento hacer deporte dos veces al día, 20 ó 25 minutos por la mañana y, por la tarde, igual. Cuatro ejercicios para cansarme y poder ganarme la comida. Soy una persona muy inquieta y se me va a hacer largo. Pensábamos que iba a durar 15 días pero tiene más pinta de que se va a alargar.

Sus hijas sin colegio, un examen diario para los padres.

Sí, tenemos una de tres años y medio y la otra de ocho meses. A intentar cansarlas para que duerman, hacerles actividades para que se entretengan… Planear una rutina para un niño no es fácil, no es fácil.

¿Tienen terraza o sucedáneo para airearse un poco al menos?

Sí, pues mira, tenemos la suerte de que vivimos en un último piso y tenemos dos terrazas grandes. Muchas veces no las valoras hasta estos momentos. Hace buena temperatura y estamos aprovechando para sacar a las niñas a que tomen un poco el aire en la terraza.

¿Se está aficionando a algo que hasta ahora no había explorado?

Si te soy sincero, con dos niños tan pequeños, no da tiempo a demasiado. Mi mujer está con el teletrabajo y a mí me toca cuidarles más. Al final, no paras en todo el día. Mi ocio solía ser ver fútbol y no estamos pudiendo hacerlo.

¿Es la situación social más extrema que recuerda?

Sin duda, sin duda. Es todo muy extraño. Cuando voy a hacer la compra se nota una tensión que impone. Está siendo una situación muy dura a nivel social, sanitaria y económica.

¿Opina que se ha reaccionado a tiempo?

Yo pienso que a toro pasado siempre es muy fácil hablar. Como todo en la vida, lo difícil es tomar decisiones. Estoy convencido de que si hubieran reaccionado antes les habríamos llamado alarmistas. Yo soy el primero que al principio no me tomaba en serio esto, como mucha más gente.