Se preveía un partido físico y con no muchas ocasiones de gol y así fue. El Athletic se presentó en Mendizorroza con su defensa de cinco y la intención de ser un equipo rocoso, con llegada por bandas e intentando aprovechar la velocidad de Williams en punta. El Alavés, por su parte, propuso como antídoto un doble lateral en el lado derecho compuesto por
Ximo Navarro y Martín
para intentar defender las incorporaciones Yuri.
Manu
, además, entró en el medio campo para dotar a la escuadra albiazul de mayor agresividad y juego aéreo.
El Athletic pareció sentirse superior en el primer tiempo, sobre todo posicionalmente, al ejercer una presión alta y provocar bastantes pérdidas en inicio de juego de los babazorros. Williams bajaba a recibir y rompía en velocidad, buscando ganar la espalada a los centrales. Los rojiblancos ocupaban todas las zonas del campo, siendo muy amplios para poder posteriormente lograr profundidad con llegadas de
Muniain
por dentro, sobre todo en conducción.
El Athletic pareció sentirse superior en el primer tiempo, sobre todo posicionalmente, al ejercer una presión alta y provocar bastantes pérdidas en inicio de juego de los babazorros
R
aúl García
adelantó así al Athletic al mandar al fondo de las mallas. En una falta lateral, el Alavés solo colocó a uno en la barrera y los rojiblancos llevaron dos sacadores. Tras un toque en corto y un centro raso retrasado sobre la demasiado hundida defensa local, el 22 puso el balón en la cepa del poste con su pierna zurda.
U
nai Simón
se mostró seguro en las acometidas babazorras y el guion parecía sobre la marcha. Pero nada más lejos de la realidad, ya que en el minuto 26 llegó la acción del penalti y posterior 1-1. En una transición rápida, el balón llegó a
Aleix Vidal
que, tras varios amagos, provocó que
Yeray
fuese al suelo y lo derribase. Teniendo en cuenta que tras el último amago el balón se encontraba en el lado no dominante de V
idal, lo más conveniente hubiera sido seguir encimando al jugador y no ir al suelo.
Lucas
Pérez
no perdonó.
En la segunda mitad, como de si de un espejismo se tratara, todo lo realizado en la primera parte pareció diluirse. El Athletic bajó el ritmo y el Alavés introdujo un cambio en banda derecha
En la segunda mitad, como de si de un espejismo se tratara, todo lo realizado en la primera parte pareció diluirse. El Athletic bajó el ritmo y el Alavés introdujo un cambio en banda derecha buscando mayor profundidad con
Edgar
en vez de Martín. Ambos equipos eran muy cortos para entonces y el juego se desarrolló casi siempre en la medular, pero con muchas imprecisiones por ambas partes.
Durante gran parte de la reanudación el Alavés esperó posicionado para intentar robar y salir rápido por banda o con caídas de los puntas a zonas laterales. El Athletic, por su parte, no generó peligro ninguno, ya que su posesión era muy estática. No hubo rupturas, ni se ganaron las caídas en zonas determinantes.
Minuto 90, falta lateral y el Alavés, haciendo honor a su dominio del balón parado, marcó por medio de
Ely
. Quizás el empate hubiera sido lo más justo, pero el gol es lo único que vale.
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