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Masacre escolar en Texas y el control de armas


WASHINGTON — El dirigente de la mayoría en el Senado, el demócrata Chuck Schumer, activó rápidamente un par de proyectos de ley sobre averiguación de antecedentes en la venta de armas en respuesta a la masacre en una escuela en Texas. 

Pero el legislador reconoció que el Congreso ha sido inflexible en el rechazo a todo proyecto para mitigar la epidemia nacional de violencia armada.

Schumer imploró a sus colegas republicanos que dejen de lado el poderoso grupo de presión de las armas y acepten siquiera un proyecto de compromiso. Pero no hay votaciones a la vista.

SCHUMER REVIVIÓ UN PAR DE PROYECTOS EN EL SENADO

“Por favor, por favor, por favor, maldita sea… pónganse por una vez en el lugar de estos padres”, dijo Schumer al abrir la sesión.

“Si la matanza de escolares no convence a los republicanos de resistir a la NRA, ¿qué podemos hacer?”, se preguntó, alzando las manos con exasperación.

La matanza de al menos 19 niños y una docente en una escuela primaria en Uvalde, Texas, ha puesto al descubierto la realidad política de que el Congreso de Estados Unidos no está dispuesto o no es capaz de aprobar leyes federales para contrarrestar la violencia armada.

En muchos sentidos, el fracaso de cualquier intento de legislar contra la violencia armada quedó claro cuando el Senado no pudo aprobar un proyecto sobre la averiguación de antecedentes tras la matanza de 20 niños de 6 y 7 años, además de seis maestras, en la escuela primaria Sandy Hook en diciembre de 2012.

A pesar de las muestras de dolor el miércoles después de la masacre de Texas, horrendamente similar a la anterior, no está claro en absoluto que el desenlace sea diferente.

“Aceptamos que es la nueva normalidad”, se lamentó el senador demócrata Chris Murphy por la cadena CBS. “Es nuestra elección”.

Una psicóloga explica cómo se deben atender los casos para que las víctimas del crimen puedan superar los miedos y secuelas de un evento traumático.

El presidente Joe Biden dijo enfáticamente que “debemos actuar”, pero todo proyecto contra la violencia armada se ha visto bloqueado por los republicanos, frecuentemente con el apoyo de un puñado de demócratas conservadores.

A pesar de que aumentan las masacres en todo el país —en las últimas dos semanas hubo dos, la del martes en Texas y la matanza de personas negras en un mercado en Buffalo, Nueva York, hace 10 días— los legisladores no han estado dispuestos a dejar de lado sus diferencias y elaborar un compromiso mal que le pese a los cabilderos del armamento.

Ni siquiera el ataque a los suyos conmovió al Congreso.

La representante demócrata Gabrielle Giffords fue baleada en la cabeza durante un acto frente a una tienda en Tucson, Arizona, en 2011, y años después varios legisladores republicanos fueron heridos a tiros durante un entrenamiento para un partido de béisbol entre colegas congresistas.


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