Con casi todo en contra, al PSG le queda Mbappé para aferrarse a la Champions. Seguir vivo o no en Europa depende en buena medida del francés, el mejor truco para dejar boquiabierto al Bayern de Múnich en el Allianz Arena. El 0-1 de la ida hace difícil el reto, pero la sociedad con Messi abre una brecha a la esperanza. Nada es imposible, pero Nagelsmann sabe cómo contrarrestar a las dos grandes estrellas de Christophe Galtier.
Necesita cambiar el PSG respecto a lo de hace tres semanas, más agresivo y no tan conservador como en París: “Queremos jugar, ser protagonistas y hacerlo mejor que en el primer choque”, reconoció el entrenador del conjunto parisino, consciente de que todo cambia con Mbappé sobre la cancha. El PSG se va a arropar con tres centrales y el plan pasa por encontrar a Messi, arquitecto de un equipo que se entrega al galope de Kylian, su máximo anotador. Neymar, lesionado, posibilita un equipo más harmónico: “Su lesión es una pena, pero ganamos equilibrio”, subrayó Christophe Galtier.
Un año después de la debacle del Bernabéu, el PSG vive con las cicatrices que le recuerdan su pasado. Pese a que el entrenador francés negara que el desenlace de esta eliminatoria marcará el rumbo de la temporada, no hay nadie en el PSG ni en el entorno que acepte una eliminación sin más.
Más acostumbrado a la élite, el Bayern quiere ofrecer una imagen de poder que le reafirme como principal candidato al trono. Mané reaparece en la lista, aunque Nagelsmann dijo en la antesala que en principio lo va a hacer como suplente después de muchos meses de inactividad. El joven Stanisic suplirá al sancionado Pavard en el lateral derecho, la principal novedad de un equipo coral, sin las estrellas del PSG pero con una idea que defiende hasta las últimas consecuencias.
En el Allianz Arena se esperan a priori alrededor de 3.800 aficionados parisinos, una cifra que probablemente sea menor debido a las complicaciones derivadas de la huelga general en Francia. La sexta desde que empezó 2023, que obligó a mucha gente a buscar rutas alternativas para llegar a Múnich o directamente cancelar un viaje que puede ser el último por Europa del PSG. Solo Mbappé y Messi pueden remediarlo. El Bayern no quiere sorpresas