De Montmartre a Montparnasse, de norte a sur de París, la capital vibra al ritmo de Mbappé. Su imagen, proyectada en casi cualquier rincón de esta ciudad, sirve como recordatorio del entusiasmo con el que Francia vive el fenómeno de una estrella que aglutina buena parte de las esperanzas de revalidar el Mundial, algo que no se logra desde tiempos de Pelé: “Me he preparado mucho para esta competición. Estoy obsesionado”, reconoció el propio Kylian.
Aunque no se han colocado pantallas gigantes en París, el desapego social no tiene que ver con el Mundial sino con que se juegue en Qatar. En los bares y en los domicilios particulares es imposible ser ajeno al impacto del futbolista del PSG. Tampoco en las redacciones de los principales medios de comunicación: “Marca la diferencia por su inteligencia y por su capacidad atlética. Parece Usain Bolt corriendo a 35km/h.”, apunta Arnaud Hermant, periodista de L’Équipe.
Los números de Mbappé escapan a cualquier lógica. A punto de cumplir 24 años, va camino de triturar cada récord que se le presenta. Con tan solo dos Mundiales a sus espaldas, ya ha marcado nueve goles, los mismos que Messi y uno más que Cristiano Ronaldo: “Tampoco estoy sorprendido. Se ha preparado minuciosamente y lidera el ranking de goleadores en liga y en Champions”, destaca David Opoczynski, compañero de Le Parisien.
No quita, sin embargo, que ese éxito prematuro sea inaudito. Extraordinario: “Es probablemente el futbolista moderno más precoz”, opinan los dos periodistas. Mbappé, firme en su apuesta descarada por ser el mejor futbolista del planeta, ya mejora los registros de 2018 cuando Francia fue campeona del mundo en Rusia. A diferencia de entonces, ahora el del PSG es el gran referente de una selección que sabe quien es patrón y quien es marinero.
Puede que sea extraño, incluso hasta precipitado referirse a Mbappé como una leyenda. Pero, si no lo es aún, le queda poco para serlo. Más que un futbolista es un icono global, e inevitablemente su trabajo le coloca a la altura de los más grandes: “Si gana el Mundial, será imposible no compararle con Pelé. Hasta celebró uno de los dos goles que marcó contra Polonia igual que el brasileño”, recuerda David Opoczynski.
Si el presente es esplendoroso, el futuro de Mbappé es cuanto menos ilusionante. Sin embargo, imaginarlo es, al mismo tiempo, limitarlo. Pero para sentarse en la misma mesa que Messi aún tiene que levantar mucho metal: “Leo ha ganado siete veces el Balón de Oro y la Champions en varias ocasiones. A Kylian aún le falta, pero se le acercará”, reflexiona Arnaud Hermant. En París, como en todo el país, disfrutan del momento. Y, sobre todo, de Mbappé. O’Rei de Francia.