Mercedes no tiene rival


Quinto Gran Premio del año, y quinto doblete para Mercedes ante un Ferrari absolutamente ahogado en un mar de dudas, y lo que es más preocupante, sin síntomas de avistar en breve una isla en forma de mejoras que le permitan reponerse y plantar cara a los de la estrella. Los actuales campeones llevan dominando la F1 desde el inicio de la era híbrida en 2014 con una superioridad enorme fruto no solo de su acierto inicial con el motor, sino porque simplemente es mejor que el resto en todas las áreas.

En la F1 no basta con ser el más rápido, también hay que ser el más fiable y tener la mejor capacidad de reacción, tanto para solventar problemas como para llevar evoluciones de la fábrica a la pista. Y en ello, Mercedes gana por goleada a los italianos, y eso se nota en pista.

Los de Maranello se presentaban en pretemporada como el equipo a batir tras unos test impecables. Hamilton y Bottas dejaban a los transalpinos como claros favoritos. “Son medio segundo más rápidos”, decía el británico mientras su equipo trabajaba a la sombra, sin querer destacar. Cumplía un programa discreto pero muy efectivo. Dieron un primer aviso a su oponente llevando un coche completamente nuevo a la segunda semana, exhibiendo una capacidad de evolución, clave en la superioridad aplastante mostrada este domingo por Mercedes en Barcelona. Ya sabían, que eran rápidos y no les hacía falta mostrarlo, se guardaron para la primera cita del curso en Australia, ganando con mucha comodidad ante unos Ferrari, que había perdido por el camino las sensaciones y rendimiento de los test. Y desde ahí, Mercedes ha sido un huracán.

Solo en Bahrein temblaron ante la velocidad de Leclerc, que perdió la carrera por un fallo en su motor. ¿Suerte? No. Simplemente, Ferrari fue peor en fiabilidad. Y es que ya lo avanzaba Hamilton en febrero, asegurando que la temporada es “una carrera de evolución”. Bottas decía el pasado jueves a MD que en los test no se escondieron y apuntaba que el rendimiento actual del Mercedes es fruto del progreso de la fábrica. Justo lo que no pueden decir en Ferrari, donde siguen buscando respuestas. En el GP de España llegaban con un motor más potente y nuevas piezas. Pero ni así. A Mercedes le bastó sobrevivir a la primera curva para ganar sin oposición. No tienen rival


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