El paso de Mattias Asper (Solvesborg, Suecia, 1974) por la Real Sociedad no fue todo lo exitoso que a él le hubiera gustado, pero aún guarda muy buen recuerdo de la primera experiencia en el extranjero de su carrera deportiva. El guardameta sueco atendió con mucho gusto la llamada de MD.
¿Qué tal le va?
Bien. Soy profesor de ciencias y matemáticas en un instituto y también entreno al equipo sub 17 del Mjallby AIF, en el equipo en donde crecí.
¿Cómo ha afectado la pandemia allí en Suecia?
Pues todos los comercios están cerrados, pero sí que está todo más abierto que en el resto de Europa. En el fútbol podemos entrenar, pero no nos dejan jugar partidos aún. Es difícil. Nos las arreglamos, aunque es duro para todos, creo.
¿Qué recuerda de su paso por la Real?
Fue una etapa de muchos altibajos.
Para mí fue una experiencia increíble porque solo había jugado en Suecia anteriormente. Fue una oportunidad muy buena para mí jugar en otro país. Por supuesto, las culturas son muy diferentes. Fue difícil, pero pase un muy buen tiempo en Donostia también. Me encantaron la ciudad y el club y me habría gustado haber tenido más éxito jugando, pero a veces es así.
Javier Clemente le fichó después de la Eurocopa del año 2000, pero, al cabo de unos partidos, Periko Alonso ocupó su lugar en el banquillo y luego Toshack.
Sí, tuvimos varios entrenadores. Clemento, Toshack y Periko Alonso entre uno y otro. Es muy difícil para un equipo jugar bien con varios cambios de entrenador, pero así es el fútbol en Europa. Fue difícil para mí y para los demás. Clemente fue el que me fichó y cuando se marchó las cosas cambiaron mucho para mí. Trabajé muy duro para mantener el puesto pero había grandes porteros en el equipo como Alberto. Trabajaba muy bien también y terminó jugando más. Tuvimos una competencia muy sana.
¿Y del resto del equipo qué me dice?
Me gustaba mucho el equipo, los jugadores y la mentalidad del País Vasco. Era un buen equipo, pero al comienzo perdimos varios partidos y jugar bajo presión nunca es fácil. Cuando el fútbol no es bueno, eso mentalmente también afecta. Pero recuerdo que era un club que generaba mucha emoción y eso me gustaba, todo el mundo sentía la Real. En ese sentido disfruté mucho del club, pero desafortunadamente no jugué mucho.
Hubo un partido en el que no cuajó una gran actuación y que le marcó. Fue un partido en el que perdieron 0-6 frente al Barcelona en Anoeta, ¿lo recuerda?
Solo recuerdo algunos momentos de aquel partido. Fue muy duro. Intentamos jugar de una manera y no lo conseguimos. Siempre intentas jugar bien los partidos, pero aquel día no lo conseguimos y yo encajé muchos goles. No fue un buen día para mí.
¿Cómo recuerda el trato de la afición?
Es difícil. Ellos esperaban buenas actuaciones por mi parte. La verdad es que me gustaban, vivían muy de cerca al equipo y lo adoraban. Pero hay que aceptar tu parte de culpa cuando se pierden partidos. Muchas veces estaban cabreados y nos lo hacían saber a los jugadores que habíamos jugado mal. Pero eso también es parte del fútbol y es normal. Por momentos fue muy duro para mí, pero es lo que tienen este tipo de clubs como la Real.
¿Mantiene el contacto con alguien de aquella época?
Pues hoy en día ya apenas tengo contacto con nadie, más allá de las redes sociales. Principalmente sigo en contacto con los extranjeros que jugaban en aquella época en la Real y con el tiempo cada vez va a menos. Sí que sigo al equipo, aunque no he vuelto a ir a Donostia, desafortunadamente.
¿Y qué me dice de la Real actual?
Pues tienen un gran equipo con grandes jugadores jóvenes como Odegaard, Oyarzabal… Todos juegan muy bien al fútbol y se ve que quieren jugar bien, bonito y rápido.
¿Hay algún jugador que le guste por encima de los demás? Isak es sueco al igual que usted.
Sí, por supuesto, encima salió de la cantera de uno de los equipos en los que jugué antes de ir a la Real, el AIK Solna. Conozco muy bien su historia y por supuesto que le sigo. Lo está haciendo bien, pero en el equipo hay grandes jugadores. Todos tienen un gran potencial y es muy divertido verles jugar con esa velocidad que le meten al juego y la presión alta que intentan ejecutar. Se merecen estar donde están.
Como buen seguidor de la Real, Mattias Asper sabe de sobra que la Real está clasificada para jugar la final de Copa. “Encima será un derbi contra el Bilbao”, comenta. El sueco no podrá estar presente en el estadio y verá “el partido por televisión. Tengo demasiado trabajo que hacer aquí en casa y no creo que pueda ir. Normalmente veo los partidos por televisión cuando puedo y aunque no les veo todas las semanas, siempre estoy pendiente de los resultados”, revela.
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