“Mi madre me da una hostia que me espabila”


“Piel de pantera, corazón de león”, se define Williams. Lo de la pantera se lo puso Muniain y le “gusta mucho”, ya que considera que “va mucho con mi estilo de jugar”.



Parte de unas confidencias que el delantero del Athletic hizo en la Ser. “Me siento muy querido en Bilbao, la gente empatizó mucho conmigo. Vengo de una familia humilde y trabajadora, la gente sabe lo que le ha costado por todo lo que ha vivido mi familia”, explica.

En ese “lo que ha vivido mi familia” caben “mil batalla que te hacen que en el campo no olvides de donde vienes y valorar más lo que tienes”. Sus padres, María y Félix, cruzaron el desierto desde Ghana, ella embarazada, y cruzaron la valla en Melilla.

Así, Williams desveló que “este verano estuvimos de vacaciones en Kuwait, fuimos a desierto y mi madre se puso a llorar recordando lo que le quemaba la arena cuando era joven. Te remueve el estómago, han vivido lo que no se le desea a nadie”.

Llegaron a Bilbao gracias a un abogado que les ayudó “muchísimo” y a Cáritas. “Mi madre pudo tenerme en Bilbao y pude ser jugador del Athletic. El destino quiso que naciese en Basurto, en Bilbao”, destacó. Se llama Iñaki porque “mi padrino era cura y se llamaba así. Y a mi madre le gustó”. El ariete ha estado ya varias veces en Acra, la capital de Ghana. Sus orígenes. “Me gusta ver a mis primos pequeños, ver de dónde vienen mis padres”, dijo.

¿Puede mantener los pies en el suelo ahora? “Llegas al primer equipo siendo joven, pasas de no tener nada a que la gente te reconozca. Hay un momento en que se te puede subir, pero tengo la suerte de tener a mi madre que me da una hostia y me espabila”, confesó. Y añadió que “mi padre tuvo que estar diez años en Londres, así que mi madre hizo de madre y de padre”.

Williams se siente en deuda eterna con sus padres. “Lo que han hecho no podría devolvérselo ni con todo el dinero del mundo. Intento darles la vida que no han podido tener. No trabajan porque no quiero, han sufrido mucho. Mi padre estuvo años fuera, mi madre tenía tres trabajos… Se han dejado la piel por nosotros, qué menos que darles una casa para que vivan tranquilos y que en el día a día no se tengan que matar para ir de un sitio a otro. Todo lo hago por mi familia y porque tengan una vida mejor”, resaltó.

Familia y Athletic pueden ir de la mano. Su hermano Nicholas ya golea con el juvenil. Sueña con jugar con él. “Ojalá. Para toda la familia sería un orgullo. En el Athletic nunca ha habido negros de raza titulares e importantes para el club como lo he podido ser yo. Sería un orgullo estar dos Williams en la delantera del Athletic. Lo que más me gustaría es compartir vestuario con mi hermano, que tiene más calidad que yo”.


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