Mallorca es un paraíso y el mejor ejemplo es que cada verano se llena de anónimos y rostros conocidos que se han enamorado de su gastronomía, sus paisajes y su clima. Si bien son muchos los famosos internacionales que tienen una residencia en la isla balear, uno de los más conocidos es Michael Douglas, dueño de una mansión llamada ‘s’Estaca’, ubicada en Valldemossa, y que todavía comparte con su exmujer, Diandra Lucker. Si bien el exmatrimonio decidió colgar el cartel de ‘se vende’ hace más de un lustro, en 2014, ahora Michael ha decidido que lo mejor es quedársela.
El motivo que le ha llevado a tomar esta decisión es la pandemia global del coronavirus, pues el actor de ‘Instinto Básico’ cree que s’Estaca es el mejor lugar del mundo para pasar la cuarentena sin riesgo a contagiarse. Si en 2014 salió a la venta por 55 millones de euros, al poco, viendo que no se vendía, lo rebajaron a 48 millones. Finalmente, en el verano de 2018 quisieron hacerla más atractiva y, para ello, marcaron un precio de 28,9 millones, es decir, una nueva rebaja de más de 10 millones de euros. Sin embargo, tampoco tuvieron suerte y ahora es Michael quien le va a comprar a su exmujer su parte para poder disfrutar de ella al completo, según informa ‘Vanity Fair’.
Con más de 77 hectáreas de terreno y 1.000 metros construidos, la vivienda balear es una de las grandes joyas inmobiliarias del actor. Tiene siete edificaciones diferentes con cinco apartamentos de diez habitaciones en los que se pueden alojar hasta 20 personas que pueden disfrutar de un paisaje sin igual. Además, cuenta con viñedos, huerto propio, piscina y carretera privada que la aísla aún más. En estos momentos tan difíciles, se ha dado cuenta de que prefiere tenerla a su disposición, para poder disfrutarla junto a su familia. Se plantea incluso tenerla como residencia habitual«, ha desvelado una fuente cercana a la familia al citado medio.
Hasta Netflix se ha enamorado de la isla, en la que ha rodado dos de sus ficciones, la comedia ‘Turn up Charlie’ y el drama criminal ‘White Lines’, que precisamente se grabó en s’Estaca y por el cual el gigante audiovisual habría pagando al actor unos nada desdeñables 40.000 euros semanales.