El entrenador de los Nuggets dejó atrás momentáneamente su imagen sobra y seria y se dejó llevar por las emociones
Michael Malone interactuando con los fans subido al autobús de los Nuggets
Puede que el hecho de haber esperado tanto tiempo para ello haya influido, pero los Nuggets han celebrado su título de campeones de la NBA por todo lo alto. Y hay un hombre que ha sobresalido del resto: Michael Malone.
El entrenador de los Nuggets ha mostrado una cara desconocida hasta el momento al mundo NBA, soltándose la melena y siendo protagonista principal de muchos de los festejos por el anillo.
Mientras sus jugadores estaban acariciando el título de campeones, Malone tenía otras prioridades, como hacerle caso a su mejor compañía en la rúa de celebración.
Incluso tuvo tiempo de acordarse de las votaciones por el MVP de la liga y aquellos que dejaron a Nikola Jokic sin su tercer premio consecutivo a mejor jugador de la NBA.
“¿Ya sabéis que solo le importan las estadísticas, no? Ya sabéis que no ganó el tercer MVP porque los votantes no lo quisieron. Este tío es un jugador increíble y su família es una parte muy importante de Denver”. Michael Malone, protagonista absoluto.
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