Migrantes que lleguen a Alemania son alemanes aunque tengan nombres que suenen a extranjeros: Merkel

Migrantes que lleguen a Alemania son alemanes aunque tengan nombres que suenen a extranjeros: Merkel

La canciller Angela Merkel dijo el martes que los inmigrantes que se instalan en Alemania son alemanes aunque tengan nombres que suenen a extranjeros, haciendo una sutil alusión a la costumbre generalizada entre los alemanes blancos de preguntar a los turcos nacidos en el país de dónde proceden.

“La integración no puede ser un empeño de siete generaciones que nunca termina sólo porque uno no se llame Klaus o Erika“, dijo Merkel con una sonrisa irónica durante una ceremonia para conmemorar los 60 años desde que Alemania firmó un tratado con Turquía para traer a cientos de miles de hombres para cubrir la escasez de mano de obra en la década de 1960.

“La pregunta es: ¿cuánto tiempo tiene que esperar una persona que no tiene un nombre claramente alemán antes de ser integrada? Creo que todo el mundo debe tener la oportunidad, como muy tarde cuando haya adquirido la ciudadanía alemana, de ser visto como parte de este país y el nombre no debe jugar ningún papel en ello”, añadió.

Merkel, que lleva 16 años al frente de Alemania, tiene previsto abandonar el poder después de las elecciones del 26 de septiembre, en las que su bloque conservador corre el riesgo de perder el poder al quedar por detrás de los socialdemócratas de centro-izquierda (SPD) en las encuestas.

Su partido demócratacristiano (CDU) y sus socios bávaros, la Unión Social Cristiana (CSU), han visto cómo su popularidad caía gradualmente desde su decisión en 2015 de acoger a casi un millón de solicitantes de asilo, principalmente de Siria e Irak.

La decisión de Merkel le valió aplausos a nivel internacional, pero suscitó críticas en su país, ya que los conservadores se desplomaron en las encuestas y la extrema derecha ganó escaños en el parlamento nacional por primera vez desde la era nazi.

Foto: Reuters

Últimamente, la caótica retirada de las tropas de la OTAN de Afganistán ha situado la inmigración en lo más alto de la agenda electoral, ya que Alemania acogió a miles de afganos que huían de los talibanes, lo que hace temer que se repita la crisis migratoria de 2015 en Europa.

La Agencia Federal de Trabajo de Alemania estima que la mayor economía de Europa necesitaría absorber unos 400.000 inmigrantes al año para hacer frente a la escasez de mano de obra y a la rápida disminución de la misma.

Alemania ha invertido miles de millones de euros en cursos de idiomas y formación para ayudar a los solicitantes de asilo a entrar en el mercado laboral, aprendiendo de los errores que cometió con los trabajadores turcos, que no recibieron ninguna ayuda para aprender el idioma y mejorar sus capacidades.

Con información de Reuters


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