Mikel Merino Zazón, capítulo IV

A más de un realista se le pudo revolver el estómago cuando uno de estos últimos días leyó en redes sociales un supuesto interés del Real Madrid en Mikel
Merino. Tranquilidad, serpiente de verano. Es evidente que a los técnicos del equipo merengue les gustará el navarro, pero de momento no han hecho ninguna maniobra para llevárselo. Los que verdaderamente beben los vientos por ficharle son el Atlético de Madrid y el Barcelona, pero están muy lejos de poder afrontar los 60 millones de euros de su cláusula de rescisión, que en enero volverán a ser 65. Los realistas van a poder gozar del cuarto capítulo de esta relación tan productiva y gratificante en la actual temporada, la cuarta como txuri urdin, cuando vuelva de los Juegos Olímpicos. De momento, el futbolista, concentrado en la burbuja de la selección olímpica en Benidorm, celebra su tercer aniversario como jugador de la Real en víspera de volar Japón, ya vacunado e inmunizado de covid-19.

Y es que fue un 12 de julio de 2018 cuando la Real anunció una de las operaciones que iban a cambiar su historia. En un derroche de ambición y ganándoles en la carrera por el gigante de Iruñea al archienemigo Athletic y al Betis, realizó un fichaje estratégico por el que invirtió 12 millones de euros, que fueron los que hubo que abonar entonces al propietario de sus derechos, el Newcastle inglés. El fichaje de un ‘todocampista’ o un ‘box to box’ fue una obsesión desde el ascenso de 2010 y tras sucesivos fracasos como el de Mariga y la imposibilidad financiera de contratar al ‘conde’ el año anterior, ya con Olabe como director de fútbol, el club pudo firmar a Mikel hace tres años hasta 2023. Ese contrato, su ficha y hasta la cláusula de rescisión -fijada en un principio en 45 millones- comenzaban a quedarse cortos tras el paso de las dos primeras temporadas y por ello, la Real actualizó su vínculo y su ficha el año pasado, blindándole hasta 2025, ubicándole en la primera escala salarial y aumentado su precio de salida hasta los 60 millones, que son cinco más en el mercado invernal.

Factor diferencial de la final

No ha estado lejos Merino de ser el mejor centrocampista español de la Liga en estas dos últimas campañas en las que las lesiones le han permitido jugar con más regularidad. Sólo la fractura de vértebra con la que jugó la final de la Copa del Rey le alejó de la disputa de la Eurocopa con España, aunque, ahora ya recuperado y ejercitándose a pleno rendimiento, va a poder resarcirse con la experiencia única que supone disputar unos Juegos Olímpicos. Dolorido y fracturado, fue declarado MVP de la final de la Copa del Rey ante el Athletic porque fue el futbolista diferencial de ese partido. Su pase a Portu en la jugada del penalti que decantó el envite está al alcance sólo de los elegidos.

Piensa en txuri urdin

Si Merino, pese al extraordinario nivel mostrado estos tres años, continúa de txuri urdin es porque la evolución del club ha sido paralela a la suya. Y también porque su eclosión y cenit futbolística ha coincidido con la peor situación financiera de los equipos en varios lustros. En puertas de su cuarta temporada, ya ha celebrado dos clasificaciones para Europa y el primer título en 34 años. Cuando vea que hay desproporción entre su proyección y la del club, el centrocampista quizá decida hacer las maletas. De momento, el conde es txuri urdin y hay motivos para celebrarlo en el tercer aniversario de su fichaje.

Recuperado del todo de su latosa lesión

Es un problema para Imanol
Alguacil no poder contar con un pilar como Mikel
Merino durante toda la pretemporada, pero seguro que está encantado el entrenador de ver entrenarse a pleno rendimiento a su ‘8’ en la selección olímpica española. El navarro se incorporó a la concentración hispana con la esperanza de no resentirse de la latosa dolencia que le mantuvo apartado de los terrenos de juego desde la final de Copa, pero sin la certeza de poder ejercitarse a pleno rendimiento. Tras 10 días de intensa actividad, de prácticas y partidillos, el realista está más que satisfecho puesto que entiende que esa lesión es pasado y no le volverá a impedir vestirse de corto. En Anoeta rezan por que los Juegos Olímpicos no le pasen factura.

Mikel Merino, junto a Jokin Aperribay, en el momento de la firma del  contrato el 12 de julio de 2018
Mikel Merino, junto a Jokin Aperribay, en el momento de la firma del contrato el 12 de julio de 2018

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