Para los viajeros aéreos, el año nuevo continuó como lo dejó el anterior, con mucha frustración.
Para finales de la mañana del sábado en la costa este, más de 2,400 vuelos en Estados Unidos y casi 4,200 en todo el mundo habían sido cancelados, según el servicio de seguimiento FlightAware.
Esa es la cifra más alta de un solo día desde antes de Navidad, cuando las aerolíneas comenzaron a culpar a la escasez de personal por el aumento de las infecciones por COVID-19 entre las tripulaciones. Desde el 24 de diciembre se cancelaron más de 12,000 vuelos estadounidenses.
Sin embargo, las interrupciones del sábado no se debieron solo al virus.
El clima invernal convirtió a Chicago en el peor lugar del país para los viajeros, con 800 vuelos cancelados en el aeropuerto O’Hare y más de 250 en el aeropuerto Midway. Los pronósticos exigían nueve pulgadas de nieve. Denver, Detroit y Newark, Nueva Jersey, fueron golpeados con al menos 100 cancelaciones cada uno.
Southwest Airlines, que tiene operaciones importantes en Chicago Midway y Denver, canceló más de 450 vuelos en todo el país, o 13% de lo programado, a media mañana. American, Delta, United y JetBlue limpiaron más de 100 vuelos cada uno.
SkyWest, una aerolínea regional que opera vuelos bajo los nombres de American Eagle, Delta Connection y United Express, dejó en tierra más de 400 vuelos, o 21% de lo programado.
No se descarta que se exija la vacunación para viajar en vuelos domésticos.
Entre las aerolíneas internacionales, China Eastern eliminó más de 500 vuelos, o aproximadamente una cuarta parte de su total, y Air China canceló más de 200 vuelos, una quinta parte de su horario, según FlightAware.
Las aerolíneas dicen que están tomando medidas para reducir las cancelaciones. United ofrece pagar a los pilotos el triple o más de su salario habitual para cubrir vuelos abiertos hasta mediados de enero. Southwest y otros también han aumentado el pago de primas para algunos trabajadores.
Cuando el clima invernal golpeó el noroeste del Pacífico a principios de esta semana, Alaska Airlines instó a los clientes a retrasar cualquier viaje “no esencial” que estuviera planeado para este fin de semana. Con vuelos repletos durante las vacaciones de Año Nuevo, la aerolínea dijo que no estaba segura de poder volver a dar reservaciones a los pasajeros varados durante al menos tres días.
Mientras Delta espera más de 300 cancelaciones, la línea de personas esperando para hacerse la prueba de COVID-19 es interminable en Florida, donde han aumentado los contagios por coronavirus.
Los viajeros que se apegaron a las carreteras en lugar de a los cielos también enfrentaron desafíos. Los funcionarios de transporte advirtieron a los automovilistas que una mezcla de lluvia y nieve podría hacer que las carreteras se vuelvan resbaladizas y reducir la visibilidad en el medio oeste del país, lo que generaría condiciones de conducción peligrosas.
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